Caldera de Taburiente: Itinerarios

Cumbrecita - Ermita de la Virgen del Pino

Características técnicas.

- Cota de partida: 1307 m.

- Cota de llegada: 907 m.

- Ascensión acumulada: 236 m.

- Descenso acumulado: 636 m.

- Longitud: 6 Km.

- Duración aproximada: 3 horas.

- Dificultad: Media.

 

 

Recomendaciones

- Lleve ropa y calzado deportivo o de montaña.

- Evite la excursión en días de calima y fuerte viento, pues podría quedar atrapado en caso de producirse un incendio forestal.

- No inicie el sendero con fuertes lluvias y vientos, por riesgo a desprendimientos de rocas o ramas, debido a que parte del recorrido se realiza junto a acantilados y entre pinares.

- No se salga del sendero. Evite caminar solo.

- Lleve agua y comida suficiente.

- No deje ningún rastro de su paso, sólo sus huellas.

 

El itinerario comienza al norte del collado de La Cumbrecita, de donde también parte el que va a la zona de acampada. En la misma salida, en los márgenes del sendero y ladera arriba, hay multitud de árboles caídos, con las raíces al aire, que provienen del vendaval asociado a la tormenta tropical Delta que afectó a Canarias el 28 de noviembre de 2005. A lo largo del sendero se verán más árboles caídos del mismo temporal. Los gestores del Parque han decidido retirar solo aquellos pies que atravesaban pistas o carreteras, con objeto de observar la descomposición natural de la madera y que los visitantes puedan percatarse de la magnitud de los efectos del temporal el mayor tiempo posible

El bosque claro nos permite observar hacia el norte una panorámica de La Caldera, hacia el noreste los roques de La Cumbrecita, y hacia el sur, el valle del Riachuelo y Cumbre Nueva . El efecto de la constante erosión que sufre el suelo del Parque Nacional se manifiesta en que son visibles las raíces de muchos pinos.

Nos adentramos en el Valle del Riachuelo bajando suavemente entre pinos. En esta zona aparecen diferentes plantas acompañantes del pino canario, como amagante, tedera, corazoncillo y tréboles.

Después de unos 400 m. se pasa junto a un promontorio rocoso donde se aprecia un pino que ha enraizado en una fisura de la roca, además de diferentes ejemplares de especies vegetales rupícolas como bejeques. Al otro lado del valle destacan entre los pinos ralos, algunas coladas tipo "aa" que forman acantilados de 20 a 40m de altura, con fracturas verticales y las tierras amarillentas con algún dique que sobresale

Desde aquí, se desciende suavemente hacia el pie del risco. Por toda la zona se puede escuchar el canto de las grajas, cernícalos y algún que otro herrerillo.

Antes de llegar al Barranco de Juan Flores, pueden verse algunos ejemplares de tajinaste azul, que acompañaran al visitante durante el recorrido dentro del barranco del Riachuelo.

El Barranco de Juan Flores, presenta en su lecho abundante vegetación. Especies que buscan ambientes húmedos y frescos, como son: bejeques, tomillo de burro, brezo, salvia blanca, juncos, etc. Y en la pared húmeda debido al agua que resuma por ella, aparecen gran variedad de especies rupícolas, entre los que se puede destacar las orejas de ratón (Aichryson palmensis). Muy abundante en este barranco es el haragán, especie exótica, gran invasora de ambientes húmedos. Los días de fuertes lluvias, aparece una espectacular cascada en forma de cola de caballo en este barranco, que es mejor observarla desde La Cumbrecita, que a sus pies, por la caída de piedras.

Al cruzar el barranco, el camino se pega durante un tramo al risco lleno de bejeques. Unas paredes de piedra, nos muestran las pequeñas y alejadas zonas que se aprovecharon para cultivar en el pasado. Los pinos tienen la corteza ennegrecida, prueba evidente del paso del fuego del año 1.994 y otros anteriormente. Tras un corto ascenso de unos 30 m. de cota, se accede a un afloramiento rocoso, acondicionado como mirador, desde donde se puede disfrutar de una excelente vista panorámica del valle del Riachuelo, con la Cumbrecita y los dos roques al norte, el roque de los Cuervos hacia el oeste, Cumbre Nueva y Cumbre Vieja hacia el sur. En el fondo del valle restos de algunos pinos muertos, por ataque de escolítidos en 2007, se mantienen en pie.

Desde este punto se desciende por una fuerte pendiente, hacia el siguiente barranco conocido como Barranco de Guedea, donde se puede observar el arrastre que produce el agua en las épocas de lluvia. Unos 200 m. mas adelante, mirando hacia la parte alta de la ladera, podemos observar una parcela de experimentación (hay 41 similares), que sirve para estudiar la idoneidad de la zona para 17 especies de la flora del Parque, algunas de ellas muy escasas y por ello catalogadas como amenazadas de extinción, y para conocer el efecto de los herbívoros introducidos por el hombre sobre las mismas.

Encontramos varios pinos descortezados en la parte baja del tronco, que mira hacia la parte alta de la ladera, muestra de las constantes caídas de piedras, en especial cuando hay lluvias, incendios o vendavales, antes de llegar al Barranco del Salto de la Pantanera. Este lo forman dos torrentes que se unen al pie del acantilado por encima del sendero. El lecho del barranco es muy similar al anterior, aunque más húmedo, debido a que mantiene un hilo de agua continuo en la época estival. En el mismo risco se ha aprovechado un dique natural para construir una pequeña pila donde se deposita el agua que se filtra del risco para que pueda ser utilizada tanto por las aves de la zona como por los caminantes.

El sendero continúa por encima de unas higueras siguiendo a pie de risco.

A medida que descendemos podemos observar una piedra incrustada en el tronco de un pino, que en su crecimiento la ha ido abrazando con el paso del tiempo. Es un buen momento para recordar que hay que estar alerta por los posibles desprendimientos de la parte superior del sendero.

A unos 150 m, antes de cruzar el Barranco de Tabercorade, justo en el margen derecho, se encuentra una construcción con aspecto de cueva, utilizada para guardar los explosivos en la apertura de la galería, que tiene el techo de piedra en

forma de cúpula. Un poco por debajo la caseta de la obra. Al otro lado, un poco por encima, la galería, el aforador y algunas tuberías de cemento en desuso. En las paredes que rodean la galería se puede destacar, porque domina la pared al bejeque tabaquero.

De nuevo el sendero asciende en forma de zigzag, pero pronto llanea e incluso desciende suavemente.

A unos 200 m se pueden ver más daños en los pinos por los continuos desprendimientos. Estos, de tamaño un poco mayor, tienen fecha aproximada, son del invierno 2004 - 2005, dejando a su paso pinos totalmente destrozados. Este evento se superpone al de la tormenta tropical Delta. No encontramos cerca del Barranco de la Veta o de la Pitera.

Una vez pasado este barranco, se avanza hacia el risco, donde se puede ver col de risco (Crambre microcarpa), especie que por su escasez está catalogada como amenazada de extinción, gacias y otras plantas de rocalla. Mirando hacia la zona del Bejenado, cerca de la carretera se encuentra el Roque Grande, que aparece como un paredón pelado en la zona baja.

El itinerario llega un poco mas adelante a un pequeño espigón desde donde se divisa una buena panorámica del Valle del Riachuelo. Desde aquí se comienza a descender por una zona con abundancia de pinos de pequeño tamaño. En la paredes se empieza a ver un nuevo tipo de bejeque de color mas ceniciento mezclado con el ya visto Por encima algunos lechugones o cerrajones. De nuevo más pinos dañados en el tronco.

Pasamos por el Barranco de la Madera, realizando pequeñas subidas y bajadas hasta llegar al Barranco de la Laja Azul. En este punto se alcanza la mitad del recorrido a la vez que se abandona el Parque Nacional. Se atraviesa el cono de deyección del barranco. Las paredes umbrías muestran nuevas plantas como el helecho Davallia canariensis (sin frondes entre abril y agosto, f. 24) o Todaroa montana, una planta de aspecto de perejil grande.

Un poco más adelante, se alcanza un lomo donde se encuentra localizado un pequeño mirador. De nuevo se tiene una buena panorámica de Cumbre Nueva y el norte de Cumbre vieja, con la colada volcánica de Montaña Quemada y del llano agrícola de Las Cuevas.

A partir de este punto se baja bruscamente en dirección noroeste, haciendo zigzag, dando la vuelta al risco donde se encontraba el mirador, para virar en dirección sur, cruzando un pinar joven de gran espesura y pequeño porte, y tras unos 200m alcanzar la Galería de la Laja Azul, alrededor de cuya entrada se encuentran elementos utilizados en la construcción y explotación de la misma. A medida que descendemos volvemos a pasar varias veces por la parte baja de la margen izquierda del Barranco de la Laja Azul, cruzando alguna calzada empedrada.

Desde aquí el sendero se une a la pista de acceso de la galería de la Laja Azul, con un firme irregular según la época del año y de suficiente anchura como para que puedan pasar vehículos. En las paredes aparece un nuevo tipo de bejeque de color grisáceo y con tallo que da flores blancas, le acompaña el bejeque sin tallo y ha desaparecido el bejeque tabaquero. Un poco más adelante, se llega a la Fuente del Pino. Se puede ver perfectamente la actuación del hombre para aprovechar el agua de escorrentía del barranco. Antiguamente se utilizaba para lavar la ropa, dar de beber al ganado y los cuencos grandes se utilizaban para curtir chochos (altramuces). Actualmente se encuentran secos.

Después de unos 300 m. de caminata por la pista se llega a la Galería Intermedia, en este punto se abandona la pista, se continúa por el sendero de la izquierda, ascendiendo suavemente por el pinar, por donde discurre el agua procedente delBarranco de Miguel Pino. Mirando hacia las cumbres se puede divisar entre los pinos el Roque de la Perra. Cerca del sendero hay numerosas paredes de piedras, recuerdo de un antiguo uso agrícola y ganadero del entorno, que actualmente es un bosque de pinos. En algunos de éstos aparecen escobas de brujas.

El recorrido se continúa a pie de risco pasando al lado de antiguos cultivos de almendros, ahora invadidas de helechos, hasta llegar al Barranco de Juan Caitana. Se transita por pequeñas propiedades privadas, que albergan diversas especies utilizadas como forrajeras, como tagasaste, o para obtención de frutos como los almendros que hemos podido observar en puntos anteriores del recorrido, ofreciendo una hermosa estampa con la floración escalonada de ambos entre los meses de enero a marzo.

Unos 200 m., comienza un descenso suave hasta el Barranco de Juan Caitana, que en su parte superior podemos observar pequeñas terrazas con paredes de piedra que antiguamente se cultivaban y actualmente se encuentran abandonadas. Continuamos descendiendo cerca de los riscos colonizados por las especies rupícolas, pasando cerca del polvorín y la galería la Única.

Poco después abandonamos la pista y volvemos al sendero por una zona de cultivos de almendros e higueras. En el sendero veremos pequeñas vaguadas de piedra y cemento que canalizan el agua para su aprovechamiento.

A los 4.4 Km. desde el inicio del recorrido, se encuentra la galería de las Palomas (o de Rivera), en su parte interior al poco de la boca de entrada se encuentra un altar excavado en la pared, con la figura de una virgen, y varias monedas que los lugareños van dejando a sus pies como ofrenda.

A partir de esta galería el camino asciende con una fuerte pendiente, durante unos 50 m. hasta coronar en un mirador desde donde se divisa la Montaña de Enríquez, Montaña Quemada, y la Colada de San Juan.

Desde este mirador natural se desciende pasando la pequeña vaguada del Barranco de las Palomas con castaños, mas adelante zonas de almendros, pinar, castaños, tagasastes y algún que otro brezo.

A unos 500m., en una pequeña finca agrícola, podemos observar un amontonamiento de piedra (mogote) que hacían los agricultores para poder aprovechar el terreno pedregoso que había previamente. Junto al mogote se puede observar un joven cedro canario con porte piramidal.

El camino asciende hasta la divisoria del Lomo de Padrón por medio del pinar, continúa por el lomo arriba en zigzag, bordeando la zona de cultivo. En la parte final pasamos muy cerca de la galería de Ajoníque, a medida que atravesamos elBarranco de Ajonique que le da el nombre a dicha galería. Se continua por el margen izquierdo del barranco, entre cultivos y monte bajo, ascendiendo en la parte final del recorrido por el Lomo de Cumbre Nueva, hasta enlazar con el sendero PR LP-1, de la red de senderos del Cabildo, y el que viene del Pico de la Nieve de esta guía para finalizar el recorrido al lado de la Ermita de la Virgen del Pino. El bosquete tiene árboles de gran tamaño con las raíces al aire, por la erosión del pisoteo de las romerías y lluvia.

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