Preguntas habituales relacionadas con sequía y agua(FAQ)

  • ¿Estamos en situación de sequía?

    Sí, podemos decir que estamos, como país, en una situación de sequía. En algunas zonas, de hecho, sufrimos la sequía desde el año hidrológico 2014/2015. Hay que aclarar que el año hidrológico se mide desde el 1 de octubre de un año natural hasta el 30 de septiembre del siguiente. Pues bien: desde ese año hidrológico 2014/2015, cada año ha llovido menos que la media histórica 1971-2000. Un déficit global, constante y que, con el paso de los meses, ha ido extendiéndose a más zonas de las habituales.

    Hay diferencias entre cuencas, por diferentes motivos. Lo cierto es que las cuencas del Cantábrico Occidental y Cantábrico Oriental se encuentran con reservas de agua superiores a las del pasado año por estas fechas.

    Sin embargo, es conveniente ver este problema como un problema del conjunto del país. Porque una particularidad de la actual sequía es que está afectando a cuencas situadas en zonas donde no es habitual sufrir escasez de lluvias. Por eso, esta situación nos pone sobre aviso: España es, en general, un país donde el agua no abunda.

  • ¿Qué podemos hacer para mejorar la situación?

    Tomar conciencia de que este es un problema de todo el país y de toda la ciudadanía. Todos podemos ahorrar agua, en nuestro hogar, en nuestro negocio o en el campo. Consumir menos agua hoy nos permitirá disponer de más agua el día de mañana.

    Cada gota cuenta; todos y cada uno tenemos la responsabilidad, en nuestros respectivos ámbitos, de hacer el mejor uso posible de este valioso recurso.

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  • ¿Por qué estamos en sequía?

    El motivo principal es la ausencia de lluvias. La actual sequía es meteorológica. El otoño de 2017 empezó, en sus primeros meses, con un volumen de lluvias por debajo del 40% de las precipitaciones habituales en ese periodo. Y a ello hay que sumar que los embalses, como consecuencia de un año hidrológico previo muy seco, acumulaban unas reservas de agua que también estaban muy por debajo de lo habitual.

    Embalses más vacíos de lo normal, y pocas precipitaciones cuando más tiene que llover (otoño e invierno), son dos factores que nos colocan en un escenario en el que tenemos que ser muy conscientes de la importancia de ahorrar agua en cada gesto diario.

  • ¿Es consecuencia del Cambio Climático?

    Como resultado del cambio climático, en todo el sur de Europa las precipitaciones medias están disminuyendo y las temperaturas medias están aumentando. Sin embargo, es difícil saber a ciencia cierta, si un determinado episodio de sequía es consecuencia del cambio climático, ya que las sequías forman parte de los rasgos propios de nuestro clima.

    No obstante, disponemos de datos significativos que sí parecen confirmar un cambio de tendencia. Así, por ejemplo, el año hidrológico 2016 - 2017 fue el 8º año hidrológico más seco de los últimos 36 años (desde 1981). Además, según un informe reciente de la AEMET “Olas de calor en España desde 1975”, en el verano de 2017 se han registrado cinco ‘Olas de calor’, todas ellas en Península y Baleares, lo que constituye el nuevo récord desde 1975.

  • ¿Es la peor sequía de la historia de España?

    No, la actual sequía es grave, pero la producida entre 1991 y 1995 tuvo repercusiones mucho más serias. Entre otras cosas porque, desde entonces, se ha avanzado mucho en planificación y contamos con nuevas herramientas de gestión de estas situaciones. Es importante planificar y concienciarse para evitar llegar a problemas mayores.

  • ¿El consumo de agua está garantizado?

    En la actualidad, el abastecimiento a la población está atendido; y la Ley de Aguas da la prioridad a este uso frente el resto (regadío, industrial, etc.) Es decir: la ley obliga a la administración hidráulica competente a priorizar el consumo humano.

    El abastecimiento a la población es competencia última de los Ayuntamientos; los consistorios de más de 20.000 habitantes están obligados a adoptar Planes de Emergencia que permitan atender las necesidades de consumo humano. En todo caso, las Confederaciones Hidrográficas está en permanente comunicación con los Ayuntamientos, para asesorarles sobre las medidas a adoptar en función del agua disponible en cada momento.

  • ¿Una sequía se puede prevenir?

    Sí y no. Es imposible saber cuánto va a llover mañana, el próximo mes, año o década. Pero sí se puede contar con planes especiales para este tipo de situaciones, para minimizar todo lo que sea posible sus efectos.

    En ese sentido, en el año 2007 se aprobaron unos Planes de Sequía, que en la actualidad estamos revisando, que son herramientas muy útiles para identificar los fenómenos de sequía. Dichos Planes cuentan con un claro sistema de indicadores y la previsión de medidas que permitan mitigar los efectos de la escasez de agua. Si en la gestión del agua siempre es importante la planificación, lo es más aún en un país como el nuestro, sometido a fenómenos meteorológicos extremos (sequías, inundaciones…).

    La mejor forma de prevenir una sequía es planificando el uso del agua, con la vista puesta no sólo en lo que pasa hoy sino en lo que ocurrirá mañana. Así, España podrá afrontar el futuro en base a un modelo sostenible, realista y solidario para un país seco como el nuestro.

  • ¿Qué está haciendo el Gobierno para paliar los efectos de la sequía?

    El Gobierno de España ha tomado diferentes medidas para paliar los efectos de la sequía. Entre ellas, destaca la aprobación de tres Reales Decretos Ley en las cuencas del Segura, Júcar y Duero, que han permitido poner a disposición de los usuarios 350 hm3 extra de agua y realizar actuaciones extraordinarias por valor de 83 millones de euros. Además, se ha aprobado un plan de actuaciones prioritarias con 124 millones de euros de inversión en Levante y Castilla La Mancha y se han concedido ayudas por valor de 17,3 millones de euros a la producción de agua desalada.

  • ¿Se han aprobado medidas especiales para el sector agrario?

    Para ayudar a los agricultores y ganaderos a afrontar la actual situación, se ha aumentado la dotación del seguro agrario, que permite al agricultor que lo desee asegurarse frente a dificultades meteorológicas.

    El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha puesto a disposición del sector agrario, ayudas a la financiación, ha adelantado los pagos de la Política Agraria Común, ha aprobado exenciones de pagos a las Confederaciones Hidrográficas, ha rebajado el pago de cánones a los afectados por trasvases que no pueden hacerse legalmente por falta de agua o ha propuesto una moratoria a las cotizaciones a la Seguridad Social para las empresas y los trabajadores por cuenta propia, titulares de las explotaciones agrarias afectadas por la sequía. Todas estas actuaciones en materia de gestión de sequía se realizan en base a los planes de sequía y a los protocolos que estos establecen.

  • ¿Qué es un plan de sequía?

    En el año 2007, y para las cuencas intercomunitarias (las de los ríos que transcurren por diferentes Comunidades Autónomas), se aprobaron los denominados Planes de Sequía. Son protocolos que nos permiten gestionar situaciones de alerta y eventual sequía. Esos Planes de Sequía, actualmente, se están revisando y actualizando para que sigan siendo útiles y nos permitan dar respuesta a situaciones como la actual.

    El objetivo general de los Planes de Sequía es minimizar los impactos ambientales, económicos y sociales de situaciones como la actual; y son una ayuda en la gestión del agua cuando se produce escasez en la cuenca. Nos permiten prever y detectar situaciones de sequía, fijar dónde se pasa de una situación de normalidad a otras más graves (pre-alerta, alerta o emergencia), definen medidas y aseguran la transparencia y la planificación pública.

  • ¿Qué son los “niveles” en un plan de sequía?

    Los Planes de Sequía establecen 4 niveles o umbrales de fases de gravedad progresiva de las sequías, entre los cuales hay periodos suficientes de transición para poder anticiparse a lo que proceda en el siguiente nivel. Estos umbrales son:

    • Normalidad.
    • Pre-alerta.
    • Alerta.
    • Emergencia.

    Los Planes de Sequía establecen las medidas a adoptar en cada nivel, que son:

    • Medidas de vigilancia y control, en todas las fases.
    • Medidas de gestión, que se plantean ya en a partir de la fase de Alerta (acuerdos temporales, cambios puntuales en alguna concesión, elaboración de Real Decreto de sequía, etc.).
    • Cuando nos encontramos en las fases de alerta o emergencia, se pueden establecer medidas de restricción de uso (por ejemplo: reducir la dotación de riego), siempre con el objetivo de atender la prioridad, que es el consumo humano

    Por tanto, los Planes de sequía nos permiten tener protocolos, basados en la anticipación, para guiar las actuaciones de la Administración en la gestión de estas situaciones.

  • ¿Qué es un Real Decreto de sequía?

    Es una decisión que toma el Gobierno para paliar la situación de escasez en aquellas cuencas que se encuentren en estado de alerta durante varios meses consecutivos, o que hayan llegado ya al nivel de emergencia.

    Los Reales Decretos son herramientas útiles que permiten tomar medidas extraordinarias para adecuar el uso del agua a la situación de escasez. Se pueden tomar, igualmente, decisiones relativas a la movilización de recursos de agua no convencionales, como el uso de pozos de sequía. En España, actualmente, hay tres reales decretos de sequía vigentes hasta el 30 de septiembre de 2018: son los que afectan a las cuencas del Júcar, Segura y Duero