Campaña de prevención de incendios forestales. Año 1974

 

En 1974 los fumadores vuelven a ser los protagonistas de la campaña de prevención de incendios forestales en televisión.

El primer anuncio denuncia el contraste entre el comportamiento de un fumador en su casa, donde no arroja la colilla al suelo y recoge la ceniza que ha caído, y el que tienen los fumadores en el monte, mostrándonos a un hombre que lee y fuma bajo un árbol y luego tira la colilla encendida al suelo. Como consecuencia de este gesto se produce un incendio y una voz en off exclama: "¿Por qué aquí sí? Un solo gesto irresponsable puede provocar una catástrofe, un incendio que destruye la naturaleza y mata la vida. Seamos responsables".

El segundo anuncio comienza en una casa en la que una familia prepara una salida al monte. El niño pregunta si puede llevar la raqueta, a lo que el padre contesta que "por supuesto". El padre lleva la caña y los aparejos de pesca. La mujer sale de la cocina con la bolsa de la comida y, de pronto, retrocede y vuelve a por un infiernillo, pero el marido la convence para no llevarlo y cocinar la comida con leña. Antes de salir de casa el hombre le pregunta a la mujer si ha apagado los fogones de la cocina, a lo que ella responde con un "sí" rotundo. Al día siguiente el hombre lee en el periódico una noticia sobre un incendio ocurrido en el lugar en el que ellos estuvieron el día anterior y llama alarmado a su mujer para decírselo y preguntarle si apagaron la lumbre. En la cara de ella se refleja el sentimiento de culpa y de angustia por su descuido de terribles consecuencias.

El tercer anuncio trata de una familia española que va de excursión al monte en su coche. Los niños se pelean y gritan en el asiento de atrás; el padre, que fuma un cigarrillo mientras conduce, grita enfurecido a su mujer: "¡Haz que se callen esos niños!". La madre coge al pequeño en brazos y les defiende replicando a su marido: "Como si fueran salvajes". El hombre comete una imprudencia al tirar una colilla encendida por la ventanilla del coche, que provoca un incendio en el monte que atraviesa la carretera. No siendo consciente de lo que ha hecho, al llegar a casa grita enfadado a sus niños diciéndoles que como no se porten como personas civilizadas y responsables no les llevará más al monte.

El cuarto anuncio llama nuevamente a la responsabilidad de los espectadores. En este caso nos muestra a una pareja que se encuentra en un tren y charla durante todo el trayecto, mientras los dos fuman. El hombre, cuando el tren está atravesando un pinar, arroja por la ventanilla la colilla encendida, sin ser consciente de las consecuencias que esta imprudencia puede tener. La colilla provoca un incendio. Una voz en off alerta: "La irresponsabilidad de un solo gesto puede provocar una catástrofe: un incendio que destruye la naturaleza y mata la vida". El hombre se apea del tren feliz e ignorante de lo que esta ocurriendo por su imprudencia y ayuda a la mujer a bajar del vagón. La voz en off termina: "Seamos responsables".

En este caso, como en la campaña anterior, todos los anuncios finalizan con el conejo Fidel invitando a colaborar con ICONA en la lucha contra incendios forestales.

 

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