Campaña de prevención de incendios forestales. Año 1986-87
La campaña de estos dos años se titulaba "Aún estamos a tiempo, evite el incendio forestal". En este caso el plural "estamos" transmite la idea de una responsabilidad compartida por el conjunto de la población. Los anuncios emitidos en los años 1986 y 1987 llaman a la prudencia cuando se realizan actividades en el monte o en sus cercanías.
El primer anuncio va dirigido a los excursionistas que utilizan el fuego para cocinar en el monte. Un grupo de excursionistas, ya de vuelta a casa, lee en el periódico la noticia de un incendio producido en el monte en el que estuvieron de excursión el día anterior, se preguntan si habrá sido culpa suya y reconocen que no miraron bien lo que dejaron atrás. Una voz en off denuncia: "El monte ha ardido y se ha perdido para todos" mientras aparece la imagen de un bosque destruido por un incendio. "¿De quién es la culpa? Poco importa ya, un minuto más hubiera sido suficiente". Mientras, se ve cómo unos excursionistas, tras hacer una barbacoa en el monte, se aseguran de haber apagado correctamente el fuego. Después se suceden imágenes que ejemplifican las conductas adecuadas en el monte: apagar las colillas, recoger los envases de vidrio y llevarlos a un contenedor y asegurarse antes de irse de no dejar en el monte algo que pueda provocar incendios. La voz continúa: "En estos días extreme las precauciones. Con muy poco puede salvarse mucho. Después de un día en el campo mire siempre detrás de usted. Aún estamos a tiempo, evite el incendio forestal".
El segundo de los anuncios se dirige a los agricultores. Comienza con unos campesinos que hablan sobre un incendio que uno de ellos provocó por una quema de rastrojos. El agricultor se justifica: "…y quemamos el rastrojo, no pensamos que el fuego se fuera a extender, fue nada…" Una voz en off alerta: "Pero de nada se hizo mucho. Porque en verano un poco de viento puede avivar un rescoldo e iniciar un incendio, al quemar el rastrojo extreme las precauciones: haga zanjas que lo separen de los árboles y elimine lo que pueda propagar el fuego. Con muy poco puede salvarse mucho. Aún estamos a tiempo, evite el incendio forestal". Las imágenes se suceden ilustrando estas palabras: el antes y el después del incendio de un monte y las precauciones que van tomando los agricultores que queman rastrojos, pasando un arado para separar la tierra de cultivo del bosque antes de quemar, retirando ramas, etc.
El tercero y último de esta serie de anuncios se dirige a los ganaderos. Dos ganaderos se encuentran en un bar y escuchan una noticia sobre un incendio forestal. Comentan que no entienden como pasó, que ellos siempre lo han hecho así, refiriéndose a la regeneración de pasto mediante el uso del fuego. La voz en off recuerda: "La quema de pastos puede originar una tragedia porque el fuego es imprevisible y todo está seco. No queme pastos en este tiempo; si más adelante lo hace extreme las precauciones, tome las medidas necesarias para que al quemar el pasto el fuego no se corra al monte. Con muy poco puede salvarse mucho. Aún estamos a tiempo, evite el incendio forestal". Al mismo tiempo las imágenes muestran cómo hay que hacerlo.
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