Ordesa y Monte Perdido: Conservación de la biodiversidad

  • Plan de recuperación del quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)

    Dentro del Plan de recuperación del quebrantahuesos de la Comunidad Autónoma de Aragón, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido viene participando desde el año 1989, con la instalación y mantenimiento de puntos de alimentación suplementaria en el sector de Escuaín. Este comedero permite la supervivencia de los ejemplares pre-adultos, sobre todo en épocas en las que el alimento escasea y las condiciones climáticas son desfavorables. De esta manera se reduce el erratismo de los individuos más jóvenes, limitando así los posibles accidentes que afectan normalmente a los ejemplares más inexpertos y disparan los índices de mortalidad (caza, venenos, tendidos eléctricos,...). La excelente localización de estos comederos, así como la numerosa población que ocupa esta zona, ha permitido que se liberaran con éxito dos jóvenes de esta especie, mediante una técnica conocida como hacking, con el fin de reincorporarlos a la población pirenaica.    

    El Parque participa también en los censos simultáneos que se realizan anualmente. Esto permite estimar el tamaño de la población de jóvenes inmaduros en un determinado momento. 

    Se realiza también una vigilancia y seguimiento exhaustivos de las áreas de nidificación del territorio interior y más inmediato del Parque. Por ejempo, se destina personal de vigilancia del Parque durante las jornadas decisivas para la cría, con el fin de que las parejas nidificantes obtengan éxito y llegue el pollo a volar.

     

  • Seguimiento del rebeco (Rupicapra pyrenaica)

    El rebeco, conocido como sarrio en el Pirneo Central, es el protagonista por excelencia en estas montañas. La escasez de predadores y su adaptación a las duras condiciones climáticas han asegurado su supervivencia. En la Faja de Pelay los sarrios realizan una migración estacional dentro de la misma ladera, con desplazamientos longitudinales de hasta 7,5 km, y altitudinales de 600 m.

    Todos los años desde 1986, entre finales de junio y principios de julio, el personal del Parque realiza el censo anual en los sectores de Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta. Desde 1998 estos censos forman parte del plan de seguimiento de la especie que realiza el Gobierno de Aragón en toda su área de distribución dentro de la Comunidad Autónoma, mediante una serie de recorridos seleccionados de forma anual, y un censo global cada cuatro años que incluye recoridos supraforestales de censo total y forestales de censo en banda.

    La población dentro del PNOMP muestra en conjunto una tasa de incremento anual del 8% desde 1986, aunque en la parte central del Parque se halla estabilizada.

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