En el marco de la ejecución de medidas de carácter científico técnico del segundo ciclo de las estrategias marinas de España, durante los meses de octubre y noviembre han tenido lugar cinco jornadas de formación y difusión para la elaboración de un plan de actuación ante fauna petroleada. La primera jornada se celebró el día 16 de octubre en el Oceanogràfic de Valencia. A esta le siguieron jornadas en el Acuario de Gijón (23 de octubre); el edificio de la antigua Aduana de Bilbao (24 de octubre); el Centro de Innovación Marino-Marítimo de Gran Canaria (28 de octubre) y la Autoridad Portuaria de Málaga (6 de noviembre). Esto supone la presentación de la Guía de actuación ante fauna petroleada publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en las cinco demarcaciones marinas establecidas en base a la Ley 41/2010, de 28 de diciembre, de protección del medio marino.
El objetivo de las jornadas es testar los conceptos y metodologías establecidos en la guía de actuación, con el fin de que puedan servir de base a las administraciones regionales a la hora de su inclusión en el diseño e implantación de los Planes Territoriales de Contingencias.
España, con cerca de 10.000 km de costa, continúa siendo una zona con alto riesgo de accidentes de derrames de hidrocarburos que pueden causar importante daño medioambiental, dada la sensibilidad de nuestro medio marino y nuestras costas. Independientemente del tráfico marítimo con origen o destino en puertos españoles, la costa española está siempre sujeta al tráfico internacional de buques petroleros y mercantes que, sin recalar en nuestro país, navegan por los dos dispositivos de separación de tráfico internacionales que hay en aguas españolas: Finisterre y el Estrecho de Gibraltar.
Cuando se produce un suceso de contaminación marina accidental por hidrocarburos, se ve afectado, en mayor o menor grado, el medio ambiente marino. Ante este escenario es fundamental actuar con prontitud y eficacia, a fin de reducir al mínimo los daños que puedan derivarse, adquiriendo especial importancia contar con herramientas eficaces, siendo una pieza angular la elaboración de planes de contingencia.