Monfragüe: Roquedos

Los roquedos en Monfragüe están formados por grandes farallones cuarcíticos –de gran valor paisajístico- resultado de los plegamientos orogénicos y la posterior erosión a la que resistió las cuarcitas frente a las pizarras más blandas.

Las rocas se encuentran en gran parte cubiertas por llamativos líquenes, y prácticamente exentos de vegetación leñosa a excepción de algunos enebros (Juniperus oxycedrus) o cambroños (Adenocarpus hispanicus subp. argyrophyllus)

Las aves encuentran en ellos un lugar idóneo para nidificar, ya que disfrutan aquí de la seguridad que les ofrece las inexpugnables paredes verticales, aisladas aún más por las aguas de los ríos. En ellos anidan especies tan singulares como la cigüeña negra (Ciconia nigra) –25 parejas-, buho real (Bubo bubo), águila real (Aquila chrysaetos), alimoche (Neophron pernocterus) –30 parejas-, o las grandes colonias de buitre leonado (Gyps fulvus) con más de 500 parejas.