El Consejo de Ministros aprobó el pasado 1 de septiembre, a propuesta del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, la distribución de ayudas en materia de residuos fijada en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente celebrada el pasado 24 de julio.
El Ministerio distribuirá 6,7 millones de euros entre las Comunidades Autónomas para mejorar la gestión de los residuos. De este importe, 4,9 millones de euros corresponden al Plan de Impulso al Medio Ambiente (PIMA) Residuos y 1,8 millones de euros al sellado de vertederos y la mejora de los puntos limpios municipales.
El PIMA Residuos impulsa actuaciones que permiten reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y avanzar en los objetivos de la Ley de residuos y suelos contaminados y del Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos. Sus objetivos se centran en tres líneas de actuación: Residuos-Compost (para fomentar la recogida separada de biorresiduos, compostaje doméstico y comunitario y construcción de instalaciones de compostaje de biorresiduos para su tratamiento); Residuos-Aceites (fomento de la recogida separada de aceites de cocina usado generado en el ámbito doméstico para destinarlo a la producción de biocombustible para el transporte) y Residuos-Biogás (para la incentivación de la utilización eficiente del biogás y de la generación de biogás).
Respecto a los puntos limpios que gestionan las entidades locales, éstos desempeñan un papel esencial en la recogida separada de los residuos municipales que no se recogen de manera domiciliaria, y, específicamente, tienen gran relevancia en la recogida de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Así, se han destinado 1.307.441 de euros para aspectos generales de funcionamiento y organización de los puntos limpios y 371.000 euros para actuaciones relativas a la recogida de RAEE.
En cuanto al sellado de vertederos, se han destinado 192.559 euros para sellados geomorfológicos experimentales en vertederos de residuos de construcción y demolición, que son técnicas que atenúan la degradación de los ecosistemas y permiten la integración paisajística de los vertederos al hacerlos ecológicamente funcionales.