Sierra Nevada : Diversidad biológica

La diversidad biológica es el principal valor ecológico de Sierra Nevada, especialmente en lo que se refiere a la flora vascular, con más de 2.100 especies catalogadas de las cerca de 8.000 existentes en la Península Ibérica. Sierra Nevada presenta el 7% de la flora vascular existente en la Región Mediterránea; teniendo en cuenta que este macizo apenas representa una centésima parte de la superficie total de esta región biogeográfica, da una idea de la calidad de esta singular muestra del patrimonio natural.

El clima riguroso de las glaciaciones cuaternarias provocó en Europa una retirada de la vegetación hacia latitudes más bajas, de esta forma, llegaron a Sierra Nevada especies procedentes del norte de Europa. La permanencia de muchas de estas especies se vio favorecida por los periodos interglaciares. Algunas de estas especies buscaron su óptimo ambiental subiendo a lo alto de las montañas, donde el clima era similar al de su origen. Más adelante, a causa del aislamiento, algunas de estas plantas desembocaron en nuevas especies o razas, muchas de ellas vicariantes de algunas plantas alpinas o pirenaicas, engrosando así el número de endemismos propios de este macizo.    

 

El elemento endémico  

El elemento endémico es muy elevado: alrededor de 65 especies exclusivas y 175 endemismos ibéricos. Ello es debido a una estrecha tolerancia frente a algún factor ambiental limitante, a la existencia de barreras geográficas, génesis reciente y cambios en las condiciones climáticas. Además se encuentran representados 65 de los 181 taxones que componen el catálogo regional de flora silvestre amenazada. Artemisia granatensis, Arenaria nevadensis, Erodium astragaloides, Erodium rupicola, Laserpitium longiradium, Narcissus nevadensis, Senecio elodes y Sarcocapnos crassifolia subsp. speciosa se encuentran catalogadas "en peligro de extinción" por el Real Decreto 439/90, de 30 de marzo por el que se regula el catálogo general de especies amenazadas.

Existen además, 18 taxones que aparecen en el anexo II, 9 de ellos prioritarios (Real Decreto 1997/95, de 7 de diciembre), de interés comunitario y para cuya protección es necesario designar zonas especiales de conservación.

 

Tipos de endemismos  

  • Endemismos béticos: aunque no son exclusivos del macizo de Sierra Nevada, presentan una distribución cercana en las sierras béticas y subbéticas.
  • Endemismos del sector malacitano-almijarense: su distribución se extiende por la Axarquía malagueña, sierras de Tejeda y Almijara y la porción calizo-dolomítica de Sierra Nevada.
  • Endemismos del sector alpujarro-gadorense: que ocupan las estribaciones costeras de las cordilleras Béticas.
  • Endemismos del sector nevadense, es decir, aquellos cuya distribución queda restringida a Sierra Nevada y Sierra de los Filabres.

Además, cerca de un centenar de endemismos presentan una distribución más amplia en la Península Ibérica.