La biodiversidad en las políticas de mitigación del cambio climático

La mitigación busca frenar la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera a través de la reducción de las emisiones y de la retirada de los gases ya emitidos a los llamados "sumideros". Se considera sumidero al proceso por el que se sustrae un gas o gases de la atmósfera.

Uno de los compromisos de las Partes Contratantes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático es la promoción de la gestión sostenible y de los sumideros y depósitos de gases de efecto invernadero, incluyendo la biomasa, los bosques, los océanos y otros ecosistemas terrestres, costeros y marinos.

En el ámbito del Protocolo de Kioto, este compromiso se refiere a determinadas actividades de uso de la tierra, cambio de uso del suelo y selvicultura (creación de nuevos bosques, gestión forestal y gestión de tierras agrícolas, entre otras) que se traducen en una captura del CO2 presente en la atmósfera y su almacenamiento posterior en forma de materia vegetal. Ello contribuye a reducir los gases de efecto invernadero de la atmósfera, y por lo tanto, a mitigar el cambio climático. España integra la biodiversidad en actividades de mitigación del cambio climático, entre las que están los Mecanismos de Desarrollo Limpio, participando en diferentes fondos de carbono para la adquisición de créditos de proyectos forestales. El órgano interministerial encargado de evaluar los proyectos en los que España participa, la autoridad nacional designada, valora la contribución a la conservación de la biodiversidad de estos proyectos. Ello hace posible explorar los efectos positivos para la biodiversidad y evitar impactos negativos para la biodiversidad, en la aplicación de proyectos forestales dentro del citado mecanismo.