Islas Chafarinas: Historia humana

Foto antigua de la isla de Isabel II

La historia de las islas Chafarinas viene marcada por una fecha, el 6 de enero de 1848, día en que se ejerció de manera efectiva el dominio español sobre ellas.

Existe una historia anterior a este día, ilustrada por numerosos restos encontrados en las islas o referencias en cartografía y escritos que hablan de su utilización; y una posterior donde los datos son sin duda mucho más exactos y numerosos.

Así, la investigación arqueológica ha demostrado la existencia en las islas de la cultura neolítica, y por diferentes referencias se desprende que fueron utilizadas desde tiempo inmemorial como refugio para los navegantes. Este archipiélago fue inscrito en el Itinerario Romano, atribuido al emperador Antonino, con el nombre de Tres Insulae. Las islas figuran en los más antiguos portulanos, como el realizado en el año 1314 por Pietro Visconti de Geres que las llama "Zafrin"; la Carta Catalana de 1375, realizada por Tastu y Buchon, las denomina Archipiélago de Quebdana. En 1436, Andrea Bianco las rotula "Zafarinni"; Juan de la Cosa las llama en 1493 "Farinas". Otros portulanos las denominan "Aljafarinas". Es a partir de 1602 cuando se generaliza el nombre de Chafarinas, Jaafarias para los marroquies.

El yacimiento de Zafrín en las Islas Chafarinas: Un nuevo asentamiento del Neolítico cardial.

 

Panorámica de la isla de Isabel II

El aparecer en esta cantidad de portulanos confirma la importancia que poseían las islas como único puerto abrigado de la zona ante los vientos del primer cuadrante. Pese a constituir tan excelente refugio, la permanencia estable en las islas era prácticamente imposible por la falta total de agua potable.

Es a partir de 1830, coincidiendo con una intensa campaña francesa en el norte de Africa, cuando el Gobierno español despierta de nuevo su interés por el archipiélago, dando ordenes a la Armada de intensificar la vigilancia de las islas y estudiar su definitiva ocupación y artillado. Por fin, en el Consejo de Ministros del 26 de junio de1847, después de consultado el Estado Mayor y la Real Academia de la Historia, que se remontó al Tratado de Tordesillas en busca de antecedentes, se acordó su ocupación y la instalación de una fuerte guarnición. En la mañana del 6 de enero de 1848, se produjo el desembarco bautizándose las islas como Congreso, Isabel II y Rey, dando comienzo, inmediatamente después, los trabajos de construcción de un desembarcadero y unos algibes.

Pocos días después, se presentó ante las islas un buque de la Armada francesa con el objetivo de ocuparlas, no pudiendo llevar a cabo su misión ante la presencia del destacamento español (La iglesia de Nuestra Señora de la Concepción en la Isla de Isabel II)

Tras su ocupación, se utilizó como Presidio auxiliar del de Melilla y allí estuvieron presos destacadas personalidades, entre ellas Emilio Bacardí Moureau, independentista cubano, que fue fundador de las destilerías de ron que llevan su nombre, o Luis Jiménez de Asúa, eminente catedrático de derecho que llego a ser Presidente de la República española en el exilio. En 1863, son declaradas junto a Ceuta y Melilla, puerto franco, convirtiéndose entonces en importante centro comercial, llegando a tener administración de correos, de telégrafos, escuela pública, casino, cuatro comercios, un economato, etc. En 1921, se convierten en hospital, alojando más de 400 convalecientes de las campañas de Africa. Continuo está función hasta 1956, fecha de la independencia de Marruecos, en que cesaron las hostilidades que hicieron necesaria la existencia del hospital.

Perdido su valor estratégico, se presenta en la actualidad como un paraje de gran interés biológico, por las especies que alberga y el buen estado de conservación que presenta y cultural, por el patrimonio histórico con que cuenta (yacimiento neolítivos, edificios del siglo XIX, etc.).a

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