La Encomienda de Mudela: Entorno

Tierras cultivadas con encinas dispersas

La Encomienda de Mudela está situada a caballo entre las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir, atravesada por la divisoria de sus aguas, circunstancia ésta que ha intervenido de forma decisiva en la modelación del paisaje, ya que han sido los cursos de agua, con su diferente poder erosivo, los que han creado escenarios tan diferentes como la Tabla del Ángel o la Hoz del río Fresnedas. De modo que el modelado fluvial en el territorio de La Encomienda ha creado dos espacios de aspectos fundamentalmente distintos: uno de apariencia agrícola, que vierte sus aguas al Guadiana, y otro de características forestales, que las vierte hacia el Guadalquivir. 

Este escenario, de suave relieve, se encuentra rodeado por una amplia corona de pequeñas sierras, que apenas sobresalen dos o tres centenares de metros sobre la penillanura central, tachonada de un rosario de modestas lomas, de entre las que destaca la del Lentiscar, con 907 m. de altitud. Las cotas más bajas se encuentran sobre el curso del río Fresneda, tributario del Jándula, con 600m. de altitud en la Tabla de la Garza. Sobre uno de estos cerros se encuentran las casas conocidas como el Castillo de Mudela.

Por lo que atañe a sus condiciones climáticas, se encuentra comprendida en una región de clima continental extremo, con más de dos meses de extrema aridez coincidiendo con la época más cálida del año. La media de temperatura anual es de 14 º C, siendo bastante frecuentes las temperaturas superiores a los 40 º C en verano, al igual que las temperaturas inferiores a 0 º C en invierno. En esta comarca llueve poco (443mm. de media al año) y de manera irregular, lo que condiciona claramente el carácter acusadamente esclerófilo de la vegetación natural, que tiene que adoptar formas extremas de defensa frente a las poco favorables condiciones climáticas.

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