La Encomienda de Mudela: Fauna

Liebre (Lepus granatensis)

Pobladores de la estepa cerealista

Destaca en este biotopo artificial la pobreza en especies de mamíferos, representados por la liebre (Lepus granatensis), abundante dentro del área cerealista, el ratón de campo (Apodemus sylvaticus) o el topillo mediterráneo (Microtus duodecimcostatus), que visitan con asiduidad los sembrados y rastrojos para consumir los granos y brotes tiernos de las hierbas, o el conejo (Oryctolagus cuniculus), aunque éste último es mucho más abundante en el ámbito forestal.

Mucho más variada, la avifauna encuentra aquí una abundante oferta alimenticia: las perdices (Alectoris rufa), pueden llegar a una densidad de entre diez y quince parejas por hectárea, siendo también fáciles de ver las tórtolas (Streptopelia turtur) y torcaces (Columba palumbus). Podemos ver también codorniz (Coturnix coturnix), visitante estival de estas estepas, alcaravanes ocupando los barbechos y rastrojeras y, también con cierta frecuencia, bandadas de gangas (Pterocles alchata) y de ortegas (Pterocles orientalis). Tampoco podía faltar en La Encomienda un grupo de pájaros tan representativo de las estepas ibéricas como los aláudidos: caldandrias, cogujadas y terreras.

Alcaraván (Burhinus oedicnemus) - Ganga (Pterocles alchata)

Entre las muchas especies de aves rapaces que tienen su cazadero en estos campos de cereal, sólo los aguiluchos pálido (Circus aureoginosus) y cenizo (Circus cyaneus) crían en él, aunque sean abundantes otras como el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), y no sea raro ver algunas como el elanio azul (Elanus caeruleus). A la hora del crepúsculo podremos ver mochuelos (Athene noctua), y ya entrada la noche quizás tengamos la suerte de contemplar alguna lechuza (Tyto alba), común y cercana al hombre, pero difícil de observar por sus hábitos nocturnos y su sigilo. 

Pobladores del bosque y matorral mediterráneo

Destaca el conejo (Oryctolagus cuniculus), especie cuyo óptimo ecológico lo constituyen precisamente las manchas de arbolado esclerófilo, con abundancia de matorral. Aunque en general es una especie con poblaciones peninsulares muy castigadas como consecuencia de la mixomatosis y de la hemorragia vírica, en La Encomienda goza de una abundancia sorprendente: en determinados lugares, el conejo puede alcanzar densidades de hasta 100 individuos por hectárea.  

Por la gran cantidad de alimento que proporciona en relación con el poco esfuerzo que tienen que realizar para cazarlo, es una presa muy apetecible para muchas especies, varias de ellas frecuentes en la comarca: mamíferos como el zorro (Vulpes vulpes), el gato montés (Felis silvestris) o el meloncillo (Herpestes ichneumon), y rapaces diurnas como el águila imperial ibérica (Aquila adalberti) o el águila calzada (Hieraaetus pennatus).

El bosque y matorral de La Encomienda da cobijo a otros muchos animales: el ratonero (Buteo buteo) o el azor (Accipiter nissus) entre las rapaces, grandes mamíferos como el ciervo o el jabalí, mustélidos como la garduña (Martes foina), la comadreja (Mustela nivalis) o el tejón (Meles meles) pueblan sus campos.

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