Quintos de Mora: Entorno

Panorámica de la llanada de Quintos de Mora [Fotografía C.Valdecantos]

Situación orográfica y configuración del terreno

El monte Quintos de Mora está situado dentro del término municipal de Los Yébenes, en la provincia de Toledo. Sus límites, cuyo 75% son también límite municipal y provincial, adoptan la forma de un cuadrilátero rectángulo ligeramente inclinado hacia el norte, cuya mayor dimensión, de norte a sur, abarca unos 12 km. y la menor, de este a oeste, unos 7 km.

La impresión que produce el paraje de los Quintos de Mora es la de una gran llanura (que en estos parajes se denomina raña), flanqueada por dos estribaciones montañosas tan separadas entre sí que no consiguen disminuir el protagonismo de la raña ni cerrar sus horizontes.

Las dos estribaciones montañosas, con exposición de solana la situada al norte y denominada Sierra de los Torneros y  de umbría la situada al sur y denominada Sierra del Pocito, tienen unas alturas comprendidas entre los 850 y 1200 metros, teniendo su cota más alta en 1077 m en la umbría y 1265 m en la solana.

La raña, que ocupa toda la parte central del monte, tiene una altura media de 750 metros, con un máximo de 820 m en la Casa Forestal y un mínimo de 728 metros en el punto en que el río de Las Navas llega al límite del monte.

La raña es una formación sedimentaria compuesta de cantos de cuarcita con una matriz arcillosa que se configuran en un relieve de plataformas elevadas con suave pendiente interna.

Posición hidrográfica

Por la raña transcurre el río de Las Navas, tributario del Guadiana, naciendo próximo al Puerto del Comendador a unos 8,5 km de su entrada en el monte y desembocando en el Embalse de la Torre de Abraham, formado sobre el río Bullaque. A este río se unen pequeños arroyos procedentes de umbría y solana, destacando el arroyo Torneros, siendo este el que aporta un mayor caudal. El rio presenta un acusado periodo de estiaje, habiendo años en los cuales no llega a presentar caudal alguno. Todos los arroyos son estacionales excepto dos de ellos que aunque no de forma continua a lo largo de su trazado, se pueden ver correr durante el verano. Estos son el arroyo Valdeyernos (solana) que se une al río de Las Navas fuera del monte y el arroyo de Gíl García (umbría) que deja de correr en su unión con el río Las Navas.

Hay una excepción en cuanto a los arroyos ya que el de la Fuente del Común no es tributario del río Las Navas, sino de otros arroyos en el exterior del monte que finalmente vierten sus aguas al rio Bañuelo.

Destacar también algunos manantiales que son un elemento de gran valor durante los largos veranos, destacando la Fuente de la Teja en Gil García o la Fuente del Común próxima al arroyo del mismo nombre.

Para permitir un fácil acceso de la fauna silvestre al agua, fundamentalmente en la década de los 80 se construyeron más de 30 charcas y un pequeño embalse sobre los cauces de los arroyos, pretendiendo que su distribución sea homogénea dentro del monte. 

Geología, litología y suelos

Materiales muy antiguos de la era Paleozoica, Periodo Ordovícico. Principalmente cuarcitas duras (armoricana) y pizarras.

Alterados por las orogenias Hercínica y Alpina y los subsiguienes proceos erosivos (hídricos y debidos a glaciaciones cuaternarias), que afectaron más profundamente a las pizarras dando lugar al relieve apalachiense. En las zonas altas dominan las cuarcitas, cuyos gelifractos de los periodos periglaciares dan origen a las típicas pedrizas de las laderas y a las rañas en los sopiés, en este segundo caso con matriz arcillosa procedente de la alteración de las pizarras. Con menor frecuencia podemos encontrar pizarras, areniscas y conglomerados.

Suelos ácidos, poco fértiles, con valores bajos de ph, alrededor de 5. En cumbres y zonas altas de las laderas abundan los litosoles y regosoles dístricos; en las laderas dominan perfiles algo más evolucionados: cambisoles dístricos y húmicos. En la raña aparecen los suelos más evolucionados (luvisoles crómicos), aunque muy pedregosos, con un típico horizonte argílico que favorece el encharcamiento y dificulta la penetración de las racies de algunas especies arbóreas, como Pinus pinaster, que muere por hidromorfía en épocas de encharcamiento.

Clima

Bioclima Mediterraneo pluviestacional continental con una gran variabilidad interanual (tanto en precipitaciones como en temperaturas, destacando el acusado periodo de sequia estival que puede alargarse en ocasiones hasta cuatro meses). El clima medio es un dato orientativo dada su inestabilidad. La precipitación media está en torno a los 530 mm, aunque en ocasiones ha llegado a 900 mm y otros no ha pasado de los 250 mm.

Temperatura media anual de 13,13 ºC

Termotipo mesomediterráneo superior a supramediterráneo inferior, según altitudes y orientaciones, siendo la mayor representación el mesomediterraneo. El supramediterraneo está representado en escasas situaciones dada la falta de altitud en los accidentes geográficos presentes en el monte. Heladas no muy fuertes (-8 -10 ºC), pero habituales en invierno, produciéndose de forma ocasional en primavera. 

Ombroclima seco a subhúmedo: vegetación potencial bosque esclerófilo perennifolio a marcescente. 

Presenta una continentalidad elevada.

Años pluviográficos 2001-2017. Quintos de Mora

Accesos Directos