Los sonidos del Parque Nacional de Garajonay

1. Barrancos exteriores

Silbo gomero

 

Dos mensajes distintos, dos mundos diferentes y un mismo hábitat. La conversación entre humanos por medio del silbo gomero y la voz del mirlo resuenan en el barranco de Chipude, uno más de los muchos que salen radialmente del centro de la isla. Los primeros se despiden, de una manera bastante inteligible, "hasta mañana", "bueno, bueno" responde el compañero desde el otro lado del barranco. El mirlo, por su parte, delimita un territorio. ¿Se entenderán entre ellos?

Sucesivas oleadas de vencejos comunes y unicolores vuelan sobre los riscos del barranco, describiendo unas rápidas y estridentes trayectorias. Las paredes devuelven el eco del reclamo de una curruca cabecinegra, emitido desde una maraña inaccesible de vegetación. Después, dos cernícalos vulgares disputan por la posesión de una repisa en la roca.

cernicalo

Cambiamos de lugar. A lo lejos, los cohetes de una romería alertan a los perros. Poco a poco la música y las letanías de una procesión se aproximan. Cantan en honor a San Isidro, patrón de labradores, y sobre el rumor de las voces se elevan los sonidos ancestrales de las chácaras, instrumentos prehispánicos tan antiguos que pertenecen al paisaje natural casi tanto como las especies silvestres.

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Cortes sonoros

Ficha técnica