Parque Nacional de Cabañeros

Tojo (Ulex europaeus)

El tojo se extiende en la Península Ibérica por toda la costa atlántica, desde Irún hasta el Algarve. Es propio de los matorrales, setos, landas, brezales y claros del bosque que, estando desprovistos de cal, tengan influencia del clima oceánico. Es planta invasora, que con facilidad crea extensos tojares. Se caracteriza por su porte fuertemente espinoso; ramas de color verde oscuro, con estrías entrelazadas y muy marcadas; hojas sustituidas por filodios espinosos de sección triangular, ramillas terminadas en fuerte espina punzante; cáliz grande con dos lóbulos que cubren casi por completo la corola, son vellosos, están libres casi hasta la base y se rematan uno en dos dientecillos y el otro en tres; el fruto es una legumbre pelosa, aovado-alargada, algo mayor que el cáliz, que persiste, arropándola. El tojo se ha cultivado para regenerar suelos, como planta forrajera y cama de ganado, sin embargo es planta tan invasora e incómoda de eliminar que se suele controlar mediante el fuego, y son muchos los incendios forestales que tienen su origen en esta práctica. Con las flores del tojo se hacían infusiones que se consideraban buenas para las dolencias hepáticas, pero su contenido en citisina no las hace recomendables.