Ordesa y Monte Perdido: Geología

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido forma parte de la unidad fisiográfica del macizo de Monte Perdido, la montaña calcárea más alta de Europa, con 3.355 metros.

La característica principal de su paisaje y, por lo tanto, lo que más llama la atención, es la sucesión de crestas, agujas, profundos valles y cañones que muestran el vigor y energía de las fuerzas que intervinieron en su formación y la juventud aparente de su relieve. Sin embargo, existe un constatado equilibrio entre las formas abruptas debidas a la acción glaciar y las aplanadas, que se deben a los fenómenos erosivos periglaciares.

El macizo no puede desglosarse como un hecho aislado, sino como una parte del todo del que forma parte. Los grandes empujes de dirección norte sur, desde el Macizo Central Francés y retenidos en la Meseta española, que actuaron como topes de prensa, desplazaron los materiales hercinianos, lo que hizo que se levantara la actual cordillera pirenaica como consecuencia del deslizamiento, plegamiento y cabalgamiento de las series sedimentarias depositadas, así como la fracturación y recubrimiento de los restos del macizo herciniano

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