Los sonidos del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia

2. Bajamar en el crepúsculo. Lago dos Nenos y playas, Cíes. Fangales en los alrededores de Coregada. Atardece en noviembre

Zarapito real

 

La estrecha franja mareal, los entrantes y lagunas interiores, dan cobijo a una variada comunidad de aves, sobre todo en otoño, la época de paso. Una comunidad regida al compás de las mareas. En la bajamar, cuando tras la retirada de las aguas emergen amplios arenales cargados de alimento, las aves de los limos hacen su aparición.

Cae la noche. El bramido del mar se escucha en lontananza, como un sonoro telón de fondo. A nuestros pies, el suelo burbujea: es el aire que escapa de los intersticios de la arena, impulsado por el empuje del mar, lejano pero insistente.

Una bandada de pardillos deambula sobre los tojos.

Por detrás, varios ánades azulones parpan, gritan y cacarean en el agua de la laguna. Uno de los patos levanta el vuelo y aletea con un siseo peculiar.

Desde la ría, los barcos de pesca salen a faenar y pasan de largo. 

Grazna una corneja y se ríe una gaviota reidora.

Dos ostreros levantan el vuelo y una bandada de correlimos comunes pasa rauda por delante. Un grupo de archibebes comunes silba por esteros y bajíos.

Poco a poco la marea sube. Las olas baten contra la playa y apenas dejan oír la llamada doble, melancólica, del zarapito real.

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Cortes sonoros

Ficha técnica