Implantación de las medidas de gestión de las reservas naturales fluviales y otros cauces de interés ambiental en las demarcaciones hidrográficas del Cantábrico

Antigua estación de aforos en Sueiro. RNF río Porcía.

Desde 2015, el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico a través de La Dirección General del Agua (DGA) ha impulsado en las distintas demarcaciones hidrográficas de nuestro país la declaración de 135 reservas naturales fluviales (RNF).

Las reservas naturales fluviales, cuya declaración por motivos ambientales se contempló por primera vez en la Ley 10/2001 del Plan Hidrológico Nacional, son aquellos cauces, o tramos de cauces, de corrientes naturales, continuas o discontinuas, en los que las presiones e impactos producidos como consecuencia de la actividad humana no han alterado su estado natural.  En este sentido, de acuerdo con la normativa vigente, es necesario impulsar las medidas de conservación y mejora del estado de las reservas, así como las de evaluación y seguimiento y las de su puesta en valor.

En el caso de las demarcaciones del Cantábrico, en el ámbito territorial de la Confederación se han declarado 19 RNF, con una longitud de  cauce de más de 273 km. A partir de este momento, se definieron y consensuaron las medidas de gestión de las RNF, y se publicaron en la web del Catálogo Nacional de Reservas Hidrológicas las medidas para cada RNF.

En marzo de 2021 se adjudicó el proyecto de: “Obras de implantación de las medidas de gestión de las reservas naturales fluviales y otros cauces de interés ambiental en la cuenca hidrográfica del Cantábrico (PLAN PIMA ADAPTA-AGUA)”, que permite la puesta en marcha de las medidas prioritarias ya seleccionadas.

El proyecto prevé la realización de mejoras en la conectividad fluvial de los ríos Porcía, Cabo,  del Mazo, Somiedo, Eo, Pisueña y Saja en los que se proyectan obras de demolición de obstáculos transversales, construcción de escalas de peces y particularmente la demolición de la antigua estación de aforos en Sueiro, que se encuentra inoperativa desde hace años. También se incluyen trabajos de estabilización y protección de márgenes, tratamientos silvícolas y mejora de las condiciones morfológicas del cauce (Somiedo, Pisueña y Nalón).

Hay que destacar dentro del Proyecto el Plan Piloto de Gestión de sedimentos, que se lleva  a cabo en el tramo bajo del Río Nalón (Trubia-Soto del Barco) con el objeto de mejorar sus  condiciones morfológicas, al haberse constatado la existencia de inestabilidad y desequilibrios hidromorfológicos (encajamientos del lecho, varios tramos con erosión en las orillas) que provocan daños en algunos emplazamientos vulnerables y algunos agravamientos de la peligrosidad de inundación.