Aigüestortes i Estany de Sant Maurici: Valores Culturales

  • La arquitectura

    La historia de las gentes y de los pueblos del entorno del Parque ha estado estrechamente ligada desde siempre a las características geográficas de esta zona de montaña. La Edad Media representa un despertar cultural sin precedentes con la llegada del arte románico. Este hecho histórico ha permitido la existencia de un patrimonio artístico único y perfectamente integrado en el paisaje que lo rodea. El valle de Boí alberga uno de los conjuntos monumentales de arte románico más importantes de Europa y el más completo y esplendoroso de los Pirineos, con iglesias como Sant Climent y Santa Maria de Taüll, Sant Joan de Boí o Santa Eulàlia de Erill, entre muchas otras. En el valle de Àneu destacan las iglesias de Sant Just y Sant Pastor de Son, Sant Joan de Isil, Sant Pere del Burgal y las torres de vigía de Espot y Escaló.

    El día 30 de noviembre de 2000 el conjunto de las iglesias románicas de la Vall de Boí fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.

    Pueblo de Taüll con su característica torre románica.

    La Val d’Aran alberga, asimismo, una gran riqueza monumental, representada por una multitud de iglesias como la Mare de Diu de Cap d’Aran en Tredós, Sant Andreu de Salardú, Santa Maria de Artíes o Sant Miqueu de Vielha. Y finalmente, la Vall Fosca, en el Pallars Jussà, nos ofrece una muestra artística de primer orden con Sant Martí de la Torre de Cabdella, Sant Julià de Espui o Santa Maria de Oveix.

  • La gastronomía

    En esta zona del Pirineo abundan los platos para quitar el frío: la olla aranesa, la vianda (sopa) pallaresa, las coles con rosta (torrezno) y el arroz con conejo. La conservación en aceite de la carne más fresca del cerdo, permite la preparación de un plato muy típico y que podréis degustar en los establecimientos más caseros: el confitat. Otros productos son la girella (preparada con tripa de cordero rellena de arroz, rebozada y frita a lonchas), el freginat (elaborado con sangre e hígado), el palpís (espalda de cordero rellena y servida en porciones) y el guiso de colas de cordero. En temporada de caza, podréis disfrutar de un estofado de jabalí o sarrio.En otoño se celebran las Jornadas Gastronómicas en cada comarca. En estas Jornadas se puede apreciar durante los fines de semana una cocina elaborada a partir de productos de la zona: setas, frutos del bosque, carnes diversas, truchas y postres como el filiberto, el mostillo y los crispells o crispets. También es posible degustar licores de frutas o la ratafia (licor de hierbas y nueces verdes).

  • Fiestas y folklore

    En estas comarcas se han conservado fiestas y ritos ancestrales como "les falles" (celebración del solsticio de verano), y se han recuperado danzas tradicionales, mercados, ferias ganaderas y otras manifestaciones artísticas y culturales que parecían condenadas al olvido.

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