Los sonidos del Parque Nacional de Sierra Nevada

3. Praderías altas y barranco, verano.

Acentor alpino

 

Una fuerte ventisca acaba de barrer las cumbres más altas de la sierra. Un reino inhóspito al que sólo acceden el acentor alpino y las collalbas grises. Más abajo, sobre los pastizales, cantan las alondras bajo un cielo que amenaza tormenta.

El aguacero hace que se callen. El esquileo del ganado sirve de fondo a un escribano hortelano.

Las totovías de un bosquete cercano cantan mientras describen círculos en el aire. Y una tarabilla común se deja oír desde unos cardos.

Los prados alpinos son el territorio de la lavandera boyera. El cielo vuelve a tronar, y con el retumbar se confunden los graznidos de las chovas. Un colirrojo tizón pasa a primer plano

Al borde de uno de los barrancos por los que desagua la sierra gritan las bandadas de vencejos. Más abajo, aislado sobre una roca, un roquero solitario. Y en la misma pared los chillidos del gorrión chillón. Poco después llegan los aviones roqueros. Por alguna razón, las aves rupícolas llevan su mundo escrito en el nombre

Pardillo

Este chirrido rápido corresponde a una colonia de vencejos reales.

Y a lo lejos, por fin, otra bandada, está de grajillas, que se remonta sobre el valle

Vencejo real

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Cortes sonoros

Ficha técnica