Transectos: Tajo del Halcón

Resumen de las observaciones realizadas en cada metro de profundidad en Tajo del Halcón (Chafarinas). Autor: Luis Sánchez Tocino. Universidad de Granada

Representación del relieve del terreno en Tajo del Halcón

0m. El tomate de mar, Actinia equina, es una anémona típica del mediolitoral. En la fotografía se pueden ver varios ejemplares, en el interior de grietas buscando la umbría que estas le proporcionan, justo en el límite superior del cinturón del alga roja Corallina elongata.

0m. En la imagen se aprecia como predominan el alga roja Corallina elongata y el coral naranja Astroides calycularis.

–1m. La umbría, debido a la orientación y a la altura de las paredes del Tajo, favorece la presencia del coral naranja, el cual compite por el sustrato con las algas rojas.

–2m. Con el aumento de la profundidad aparecen los primeros ejemplares del alga parda Halopteris scoparia. En la parte inferior central se distingue, por su color verde, debido a la presencia de zooxantelas, una colonia del coral Oculina patagónica.

–3m. Las algas pardas y rojas desplazan al coral naranja a las grietas y extraplomos.

–4m. La presencia de un extraplomo, permite el asentamiento de algas rojas del género Peyssonnelia, junto al coral naranja, Astroides calycularis, y el alga verde, Flabellia petiolata.

–5m. Un fredi o pez verde, Thalassoma pavo, nada por delante de un ejemplar del alga roja invasora Asparagopsis taxiformis.

–6m. En la parte central de la imagen se puede observar una colonia de la gorgonia de color blanco Eunicella singularis.

–7m. El acantilado termina en un fondo en el que alternan bloques de piedra y afloramientos rocosos con grandes extensiones de arena.

–8m. El alga roja Asparagopsis taxiformis crece en la parte superior de un gran bloque rocoso situado en la parte central del Tajo.

–9m. Algas y esponjas rojas junto a un ejemplar de la gorgonia Eunicella singularis se desarrollan aprovechando la umbría que le proporciona el gran bloque de piedra.

–10m. Sobre un pequeño bloque de piedra se asienta una gorgonia de la especie Eunicella singularis y justo por detrás nadan varias castañuelas Chromis chromis.

–11 m. El fondo, conforme nos aproximamos al exterior del tajo, se compone de pequeños bloques de piedra cubiertos por diferentes especies de algas e invertebrados.

–12m. El aumento de la profundidad junto a la umbría de este extraplomo favorecen el crecimiento de las colonias de Eunicella singularis y de las esponjas rojas.

–13m. El alga parda Halopteris scoparia predomina a esta profundidad en el Tajo.

–14m. Castañuelas, Chromis chromis, nadan sobre un fondo dominado por el alga parda Halopteris scoparia.

–15m. El aumento de la profundidad facilita a las gorgonias competir por el sustrato con las algas pardas.

–16m. Un juvenil de mero lobo Epinephelus canicus nada cerca de un erizo violáceo Sphaerechinus granularis con un penacho de algas sobre su cara aboral.

–17m. Entre las algas y las esponjas rojas se pueden observar algunas colonias del briozoo Myriapora truncata.

–18m. Los grandes bloques de piedra forman oquedades que permiten el asentamiento de una gran variedad de esponjas junto a tres colonias de la gorgonia Eunicella gazella. Se puede ver también algunos salmonetes reales Apogon imberbis y en primer término un fragmento, muerto y cubierto de epibiontes, de la gorgonia Elisella paraplexauroides.

–19m. En primer término un ejemplar de Elisella paraplexauroides parcialmente cubierto de epibiontes. Otras gorgonias presentes en la imagen son Eunicella singularis y una pequeña colonia de Leptogorgia sarmentosa en la parte derecha de la misma.

–20m. Sobre el bloque de piedra crecen tres especies de gorgonias: Eunicella singularis, Leptogorgia sarmentosa y Elisella paraplexauroides, y en la parte inferior del mismo Eunicella gazella. También es posible observar el briozoo Reteporella grimaldii o encaje de venus y dos ejemplares de la ascidia de color rojo Halocynthia papillosa.

–21m. Una castañuela nada sobre dos ejemplares de pequeño porte de Elisella paraplexauroides, uno de ellos parcialmente cubierto de epibiontes. En la parte izquierda un macho terminal de julia o doncella Coris julis.

–22m. Una solitaria Elisella paraplexauroides tapa parcialmente a un grupo de mojarras Diplodus vulgaris.

–23m. Una Elisella paraplexauroides muerta, yace doblada debido al peso de los organismos que cubren sus ramas.

–24m. Ejemplar de Paramuricea clavata, muy dañado en su base.

–25m. El fondo rocoso, a partir de esta profundidad, da paso a uno arenoso cubierto de pequeñas piedras.