En 1977 se celebró en Nairobi (Kenia) la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Desertificación. Como resultado de las sesiones de trabajo, se elaboró un mapa de desiertos y áreas proclives a la desertificación en el mundo. En ese mapa España era el único país de Europa occidental que aparecía con importantes zonas sometidas a procesos de desertificación calificados como graves. En aquella cartografía todo el sureste español (Almería, Granada, Málaga, Murcia, Alicante, Valencia y Castellón) estaba clasificado con riesgo de desertificación muy alto; considerándose con riesgo moderado gran parte del Valle del Ebro, la Meseta Central, Extremadura y Huelva.
La conferencia de Nairobi estableció el Plan de Acción contra la Desertificación de las Naciones Unidas (DESCON) y en 1981, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación presentó el "Proyecto de Lucha contra la Desertificación en el Mediterráneo" (LUCDEME) para atender las recomendaciones establecidas en el DESCON de Naciones Unidas, siendo el primer país europeo que incorporaba el término “desertificación” en el ámbito institucional.
Este proyecto que se refiere a la totalidad de la vertiente mediterránea española, continúa vigente y desde su aprobación, ha reunido y generado una gran cantidad de información plasmada en estudios, evaluaciones, mapas temáticos, investigaciones, formulaciones y aplicaciones técnicas acerca del proceso de desertificación en zonas áridas y semiáridas de nuestro país.