BIORRESIDUOS

¿Qué son los biorresiduos domésticos?

Biorresiduos

Los biorresiduos domésticos son los residuos orgánicos biodegradables de origen vegetal y/o animal, susceptibles de degradarse biológicamente generados en el ámbito domiciliario y comercial (siempre que estos últimos sean similares a los primeros).

Los biorresiduos según su naturaleza se dividen en:

  • Residuos orgánicos de origen alimentario y de cocina (se incluyen los de transformación de alimentos).
  • Residuos vegetales o Fracción Vegetal (FV) procedentes de las zonas verdes y vegetación privadas y públicas.

Desde una perspectiva de la gestión de los residuos orgánicos domésticos están constituidos por las siguientes fracciones:

  • Fracción Orgánica (FO). Cuando se recoge de forma separada se utiliza el término FORS (fracción orgánica de recogida separada). Está constituida por:
    • Restos de la preparación de la comida o manipulación y elaboración de los productos alimentarios, restos sobrantes de comida, alimentos en mal estado y excedentes alimentarios que no se han comercializado o consumido (separados de su envase o embalaje),
    • Fracción Vegetal en forma de restos vegetales de pequeño tamaño y de tipo no leñoso procedentes de jardinería y poda (ramos de flores mustios, malas hierbas, césped, pequeñas ramas de poda, hojarasca, etc.). Esta fracción vegetal, considerada como similar a la FORS, puede gestionarse también “in situ” o de forma independiente a los restos de comida, según la configuración de los servicios de recogida y los niveles de generación.
  • Poda: constituida por la Fracción Vegetal en forma de restos vegetales de jardinería y poda de mayor tamaño y de tipo leñoso. Por sus características requiere una gestión específica por cuestiones relacionadas con logística de recogida, el tratamiento y la temporalidad de generación (frecuencia y periodo).

 

Esquema de Biorresiduos
Clasificación de los biorresiduos domésticos en función de su gestión.

¿Cuánto y dónde se generan?

Fracciones de Biorresiduos

Según la composición de los residuos de competencia municipal en España (1996), del I Plan Nacional de Residuos Urbanos, la proporción en peso de materia orgánica contenida en el residuo es del 44%, de manera que es la fracción predominante en los residuos de competencia municipal y, por tanto, la que se genera en cantidades mayores. De acuerdo con otro estudio de estimación de la composición de los residuos de competencia municipal en España, realizado en 1999, el porcentaje en peso de materia orgánica seria de un 48,9 % (MARM, 2005).

Biorresiduos
Domicilios                                        

1. La mayoría de los restos orgánicos se producen en la cocina, derivados de la manipulación de los alimentos y de la preparación de la comida. En el momento del consumo de estos alimentos durante las diferentes comidas también se originan residuos de los excedentes no consumidos o de los restos de los alimentos no consumibles (peladuras, huesos, cáscaras, etc.). La comida en mal estado o caducada también es una fuente importante de generación de residuos.

2. Los pequeños restos vegetales y la Poda: se generan en los trabajos de jardinería y mantenimiento de plantas y vegetación en el balcón, la terraza o el jardín. También se pueden producir en actividades de cultivo particular de alimentos (huertos privados). Se genera en cantidades destacadas en entornos rurales y urbanos donde la configuración urbanística es principalmente horizontal y está formada por viviendas unifamiliares con patios y jardines o terrenos adjuntos.

Actividades comerciales

1. Uno de los principales generadores son los comercios de alimentación: fruterías y verdulerías, carnicerías, supermercados, mercados fijos y ambulantes, etc. Se generan gran cantidad de excedentes alimentarios derivados de los productos en mal estado o caducados. En la manipulación de los productos también se generan residuos orgánicos de las partes no comercializables.

2. Otro de los principales generadores son los establecimientos de restauración y hostelería: bares y restaurantes, hoteles, comedores colectivos de empresas, etc. La mayoría de estos restos orgánicos se producen en la preparación de comidas o durante su consumo (excedentes no consumidos por los usuarios y restos no consumibles). También se pueden generar residuos de productos en mal estado o caducados.

Equipamientos y servicios municipales

1. Uno de los principales generadores son los comedores de los centros escolares (cocina propia o cáterings asociados). La mayoría de estos restos orgánicos se producen en la preparación de comidas o durante su consumo (excedentes no consumidos por los usuarios y restos no consumibles).

2. Las dependencias municipales que realizan actividades de oficina y despacho son generadoras aunque en menor cantidad de materia orgánica, derivada del consumo de alimentos de los trabajadores.

3. El otro gran foco de generación, en relación a la Fracción Vegetal, se encuentra en los trabajos de jardinería y mantenimiento de plantas y vegetación de las zonas verdes y del arbolado urbano. Se genera tanto poda, como fracción verde de pequeño tamaño y no leñosa.

4. En la gestión de huertos urbanos públicos también se producen restos vegetales.

Fiestas y eventos

Los principales generadores suelen ser aquellos actos festivos o acontecimientos que se celebran durante varios días y tienen franjas de horarios más amplias, los cuales reciben un número elevado de visitantes. La mayoría de los restos orgánicos se generan dentro de estos mismos actos o incluso en los restaurantes u hoteles situados alrededor. Generalmente son excedentes no consumidos por los usuarios o restos de los alimentos no consumibles.

¿Qué características tienen?

Biorresiduos

La FO es una fracción con unas características muy singulares que condicionan en gran medida el diseño y desarrollo de su separación en origen, su recogida y su posterior tratamiento:

  • No es una fracción uniforme, por su naturaleza y origen, ni en tipología ni en composición, y está sujeta a los hábitos alimentarios y a los cambios estacionales.
  • Es el más inestable de los residuos de competencia municipal, debido a su elevado contenido en agua (alrededor del 80% en peso) y en materia orgánica (hidratos de carbono, proteínas y grasas). Es fácilmente degradable por los microorganismos. Por todo ello, se generan lixiviados y malos olores durante su gestión.
  • Su densidad y su grado de humedad pueden presentar variaciones vinculadas a los cambios producidos en la composición de los materiales que la forman.
  • Tiene una densidad bastante elevada y variable, entre 0,6-0,8 t/m3  (si contiene restos vegetales la densidad desciende a 0,25-0,3 t/m3), lo cual hace que pese mucho y ocupe poco espacio, presentando en general una baja compactabilidad.
- FO FV-Poda
Humedad Alta ( 75 a 85%) Baja (20 a 40%)
Materia orgánica 75 a 85% 80%
Nitrógeno orgánico 5,50% 1,20%
Relación C/N 17 32
Densidad 0,6 a 0,8 t/m3 0,3 a 0,4 t/m3 (triturada)
Mal olor No
Generación Constante Estacional

Características de la FO y la FV-Poda Fuente: Francesc Giró, Compostarc, 2007

 

A nivel de recogida y gestión se pueden integrar en la FORS otros residuos biodegradables como los elementos de celulosa, derivados de la madera y otros compostables en general. Los principales materiales de la FO son:

Restos de comida y restos de preparación de la comida (cocinados o crudos)

  • Pieles y restos de fruta y verdura
  • Huesos y restos de carne
  • Espinas y restos de pescado, así como caparazones y conchas de marisco
  • Cáscaras de huevo y pieles y cáscaras de frutos secos
  • Restos de comida y comida en mal estado
  • Restos de pan
  • Poso de café y restos de infusiones

Restos vegetales de pequeñas dimensiones

  • Ramos marchitos, flores y hojas secas
  • Malas hierbas, césped, pequeñas ramas de poda y hojarasca
  • Residuos de papel
  • Papel de cocina sucio
  • Servilletas de papel sucias
  • Pañuelos de papel

Materiales compostables

  • Bolsas compostables
  • Otros materiales compostables

Otros materiales

  • Tapones de corcho
  • Serrín
  • Astillas y virutas de madera natural
  • Mondadientes y palos de helado, palillos de comida china o de cocinar pinchos, etc.
  • Excrementos de animales domésticos sin lechos ni arenas absorbentes

Aunque existen experiencias donde se limita la tipología de residuos orgánicos considerados aptos para la recogida separada de la FO (únicamente residuos vegetales, o bien, sólo crudos pero no cocinados), esto reduce los beneficios y las ventajas potenciales de su gestión y no evita la necesidad de gestionar adecuadamente el resto de la fracción orgánica que permanecerá en la fracción resto. 

¿Por qué se deben gestionar adecuadamente?

Biorresiduos

La prevención (véase apartado ¿Cómo se pueden prevenir?) de la producción de biorresiduos es prioritaria, pero una vez generados, la recogida separada de los biorresiduos es un prerrequisito para su adecuado reciclaje y, por tanto, para una producción de compost de calidad. Todo ello, además de la mejora general en la gestión de residuos, comporta otros muchos beneficios sociales, ambientales y económicos:

  • Cierre del ciclo de la materia orgánica. Reciclaje y posterior aplicación de compost en sustitución de fertilizantes químicos. Captura de CO2 en los suelos.
  • Mejora de la estructura y fertilidad de los suelos por la aplicación de un compost de calidad, especialmente necesario en el territorio español debido a la abundancia de suelos degradados y faltos de materia orgánica.
  • Producción de energía renovable (biogás como biocombustible utilizado directamente o para la obtención de energía eléctrica).
  • Reducción sustancial de las cantidades de materiales biodegradables depositados en vertedero (tanto directamente como contenidos en los rechazos de planta) y, por tanto, reducción de las emisiones de GEI y de las necesidades de espacio en dichas instalaciones.
  • Menores entradas de materia orgánica a las plantas incineradoras y, por tanto, diseño de plantas de menor capacidad y con mayor aprovechamiento energético al reducirse la humedad de los residuos tratados.
  • Aumento de los niveles de recogida y calidad del resto de fracciones recogidas separadamente, con un incremento la recuperación de materiales y de las tasas de reciclado en su conjunto (supone en general un ahorro de energía y emisiones).
  • Aumento de la sensibilización ciudadana en relación a la gestión de los residuos y a la protección del medio ambiente. Impacto positivo limitado sobre el empleo con la creación de nuevos puestos de trabajo en el sector de la recogida y tratamiento.

Objetivos de gestión de la normativa y los documentos técnicos:

Objetivos de la Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de noviembre de 2008 sobre los residuos:  

  • Potenciar la recogida separada de biorresiduos con vistas al compostaje y la digestión de los mismos;
  • Potenciar el tratamiento de biorresiduos, de tal manera que se logre un alto grado de protección del medio ambiente;
  • Promover el uso de materiales ambientalmente seguros producidos a partir de biorresiduos.

Objetivos de la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados:  

  •  La Ley 22/2011 incorpora un artículo específico para los biorresiduos según el cual las autoridades ambientales promoverán, sin perjuicio de las medidas que se deriven de las actuaciones que a nivel comunitario se emprendan en cumplimiento del último párrafo del artículo 22 de la Directiva 2008/98/CE, medidas que podrán incluir en los planes y programas de gestión de residuos previstos en el artículo 14, para impulsar:
  1. La recogida separada de biorresiduos para destinarlos al compostaje o a la digestión anaerobia en particular de la fracción vegetal, los biorresiduos de grandes generadores y los biorresiduos generados en los hogares.
  2. El compostaje doméstico y comunitario.
  3. El tratamiento de biorresiduos recogidos separadamente de forma que se logre un alto grado de protección del medio ambiente llevado a cabo en instalaciones específicas sin que se produzca la mezcla con residuos mezclados a lo largo del proceso. En su caso, la autorización de este tipo de instalaciones deberá incluir las prescripciones técnicas para el correcto tratamiento de los biorresiduos y la calidad de los materiales obtenidos.
  4. El uso del compost producido a partir de biorresiduos y ambientalmente seguro en el sector agrícola, la jardinería o la regeneración de áreas degradadas, en sustitución de otras enmiendas orgánicas y fertilizantes minerales.

Objetivos de la Real Decreto 1481/2001, de 27 de diciembre, por el que se regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero:

  • Reducir los residuos de competencia municipal biodegradables destinados a vertedero, respecto a los generados en 1995, hasta un 35%, para el 16/07/2016.

Objetivos del Plan Nacional Integrado de Residuos para el período 2008-2015 (PNIR):

Apartado Planes y programas

  • Aumentar el compostaje y la biometanización de la fracción orgánica recogida selectivamente.
  • Incrementar la cantidad de fracción orgánica recogida selectivamente como mínimo a 2 millones de toneladas para destinarla a instalaciones de compostaje o biometanización de FORS.

Recomendaciones de la Estrategia Temática para la Protección del Suelo:

Promoción del uso de enmiendas orgánicas de calidad que potencien una gestión sostenible de la materia orgánica y su aplicación en el suelo, así como la de prevención de la contaminación de suelos.

Recomendaciones de la Estrategia Temática sobre el Uso Sostenible de Recursos Naturales:

Cierre del ciclo de materiales, usando eficientemente los recursos existentes y cumpliendo con la necesidad de parar la degradación de nuestros sistemas ecológicos por sobreexplotación, volviendo al funcionamiento cíclico que enseña la naturaleza.

Objetivos del Programa Europeo sobre el Cambio Climático:

Ayudar en el cumplimiento de los objetivos del programa, reduciendo el material biodegradable en vertederos pero además considerando el papel de la materia orgánica en el suelo como sumidero de carbono, junto con otros beneficios como la menor necesidad de inputs energéticos en agricultura y las substitución de fertilizantes químicos.

Objetivos de la Política Energética Europea:

Ayudar en el cumplimiento de los objetivos de producción de energía renovables a través de la producción de biogás.

 

¿Cuál es su ciclo de gestión?

Siendo la prioridad su prevención, los biorresiduos una vez generados deben ser gestionados correctamente mediante actividades como el compostaje doméstico, la recogida separada y su posterior tratamiento biológico sin que se produzcan mezclas con otros residuos (en plantas específicas de FORS). El ciclo de la materia orgánica se completa transformando la FO generada en compost que podrá ser aplicado de nuevo en el suelo como abono o enmienda orgánica en las tareas agrícolas o de jardinería. El objetivo del cierre del ciclo de la materia orgánica tiene que ser una premisa en los diseños de los modelos de gestión de este flujo, siempre priorizando que este proceso se dé localmente, con un cierre in situ, o bien, en áreas próximas a los centros generadores de residuos orgánicos (siguiendo los principios de autosuficiencia y proximidad).

 

 

Ciclo de Biorresiduos
Ciclo de la materia orgánica

¿Cómo se pueden prevenir?

El problema fundamental en el uso de los recursos es su consumo desmesurado y la consecuente producción de residuos, que en el caso de los biorresiduos domésticos se traduce en la gran generación de restos de comida (durante la preparación y consumo), así como de excedentes alimentarios, alimentos caducados o en mal estado, y de la producción de residuos verdes derivados de la gestión de las zonas verdes y jardines. La prevención de los residuos orgánicos de competencia municipal debe ser priorizada en relación al resto de etapas, y se puede realizar, principalmente, mediante tres tipos de actividades:

Compra y uso responsable:

1- Introducir pautas de compra, conservación, preparación y consumo responsable de los alimentos:

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  • Minimizar por parte de los comercios las cantidades de alimentos que caducan antes de ser vendidas (revisar stocks según demanda y fechas de caducidad).
  • Racionalizar por parte de los consumidores la compra de alimentos, de manera que no adquieran mayor cantidad de la que pueden consumir antes de que se echen a perder (utilizar lista de la compra, revisar fechas de caducidad, conservación adecuada, usar el congelador, etc.).
  • Disponer de pautas para aprovechar los restos de comida generados durante el proceso de preparación de las comidas y los alimentos sobrantes, y controlar que las raciones servidas sean apropiadas, destinadas a los ciudadanos en general, la restauración y las actividades con servicio de comedor (escuelas, residencias, hospitales, etc.).
  • Gestionar correctamente la elaboración y distribución de comidas en fiestas y actos públicos.

2- Introducir pautas de “Jardinería sostenible”: los jardines pueden ser grandes consumidores de agua y energía, así como grandes generadores de fracción vegetal. Para racionalizar estos consumos se pueden aplicar una serie de buenas prácticas ambientales de diseño y manejo del jardín, conocidas como “Smartgardening”, o, jardinería inteligente o sostenible (fabricar y utilizar “mulching”, utilizar especias menos generadoras de restos vegetales y césped de crecimiento lento, evitar el uso de plantas de temporada, regular la frecuencia de siegas y podas, etc.).

Aprovechamiento de los excedentes alimentarios:

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Las actividades económicas, principalmente, pero también algunos equipamientos, generan cantidades importantes de excedentes alimentarios con posibilidades de ser reaprovechados por otras vías puesto que todavía se encuentran en condiciones para ser consumidos.

Se pueden crear y gestionar vías de aprovechamiento de estos excedentes de alimentos en buen estado, que son consumibles pero no comercializables, a partir de iniciativas sociales.

Una de estas vías son los bancos de alimentos que se basan en aprovechar estos alimentos y distribuirlos (previa recogida en los comercios minoristas, mayoristas, mercados, etc.) entre aquellos que los necesitan a través de entidades de interés social (junto con otras asociaciones colaboradoras) o, a través de comedores sociales.

Más información:

Federación Española de Bancos de los Alimentos

¿Cómo se separan en origen?

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Una separación en origen de calidad, especialmente en el caso de la materia orgánica, es el primer paso para su gestión y condicionará el resto de etapas, tanto de recogida como de tratamiento.

Para que se desarrolle de forma correcta por parte de los usuarios, estos deben tener un adecuado conocimiento de los materiales que forman parte de la FORS, con el fin de minimizar los impropios que la acompañan (menos de un 5 % y preferiblemente inferior a un 1-2% de impropios, expresados en peso). Cuando el nivel de impropios de la FORS resulta destacado (10-20% o más) se deteriora su calidad por transferencia de contaminantes, perceptibles (vidrios, plásticos, etc.) o no (metales pesados) y surgen dificultades adicionales en su tratamiento.

Por otro lado, se deben tener en cuenta ciertos requisitos para asegurar que se disponga del espacio y de los materiales adecuados para depositar y almacenar la materia orgánica en los hogares y comercios. En el mercado existen diferentes modelos de cubos en función de la capacidad y de si su estructura es integral o aireada. Este último modelo aireado permite una mayor transpiración de la fracción (especialmente si se utilizan bolsas compostables) con una importante reducción de lixiviados y olores, ya que permite la evaporación de la humedad contenida en la fracción orgánica.

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Aunque el sistema más estandarizado para depositar los residuos son las bolsas de plástico, estas se consideran un elemento no solicitado en el sistema de recogida de la FORS. Estos elementos generan una serie de problemas en las plantas de tratamiento y obligan a que los procesos sean más complejos (sistemas de abrebolsas y extracción de éstas en el pretratamiento, extracción de los materiales plásticos troceados y no eliminados que acaban en el compost en el postratamiento con cribado). Además, ocasionan la transferencia de contaminantes (especialmente de metales pesados), reduciendo la calidad del compost y empeorando la estética del material resultante (trozos de plásticos mezclados con la enmienda).

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Por el contrario, la utilización de la bolsa compostable en la recogida separada de la FO evita los problemas vinculados a las bolsas de plástico, además de tener otros beneficios adicionales. Así, la transpirabilidad y permeabilidad al vapor de agua de este receptáculo en combinación con la utilización del cubo aireado, propicia, como se ha dicho, una reducción de la cantidad de agua de la FORS (por transpiración del líquido contenido en la materia orgánica en forma de vapor de agua durante su permanencia en el recipiente). De este modo, se reduce el peso de los residuos que tienen que ser transportados y tratados y se evita la aparición y acumulación de lixiviados y los malos olores.

Esta práctica además puede colaborar en la consecución de los objetivos de prevención de residuos ya que se ha estudiado que con una frecuencia de recogida de la FORS de tres veces por semana típica de sistemas puerta a puerta (aproximadamente cada 56 h), la pérdida mediana de peso es del 4,3%. Y en recogidas en contenedores, si se supone que de media el residuo orgánico se saca cada 36h, la pérdida de peso de este se situaría en el 3,3% (Associació de Municipis Catalans per a la recollida selectiva porta a porta, 2010).

¿Cómo se gestionan en el punto de generación?

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El compostaje doméstico, tanto individual como colectivo, evita que la materia orgánica y los restos vegetales se deban de gestionar dentro de los sistemas de recogida municipal. Por ello esta actividad está muy vinculada a las estrategias de prevención. El compostaje doméstico es un proceso sencillo que puede ser complementario al servicio de recogida habitual puesto que permite gestionar la materia orgánica en origen. En zonas con marcado carácter rural o disperso, puede ser una vía adecuada por la gestión de la totalidad de la materia orgánica substituyendo la gestión a través de la recogida y tratamiento en planta.

En cuanto a la fracción vegetal, siempre que sea posible, será especialmente recomendable la autogestión de los residuos vegetales de pequeñas dimensiones, junto a la FO, ya que tienen pautas de generación diferentes y puede reducir los costes municipales de gestión.

Existen diferentes modalidades de compostaje doméstico, especialmente en función del tipo de territorio y de vivienda:

  • Compostaje Comunitario o Colectivo Urbano, en los parques públicos o en otras zonas comunitarias (como interiores de isla, zonas verdes comunitarias, en los puntos limpios, etc.).
  • Compostaje Comunitario o Colectivo Rural en núcleos rurales, puede ser un sistema apropiado para sustituir el sistema de recogida para la FORS o sustituir el tratamiento si no se dispone de instalaciones próximas a los diferentes núcleos dispersos.
  • Compostaje individual en zonas urbanas
    1. Compostadores de jardín, para viviendas que dispongan de huerto, zonas verdes o ajardinadas (especialmente en municipios pequeños o en zonas con viviendas unifamiliares).
    2. Vermicompostadores (vermicompostaje), especialmente en terrazas, azoteas o interiores, en zonas de edificación vertical y cascos urbanos consolidados.
  • Compostaje individual en zonas rurales dispersas, especialmente interesante para la gestión de la materia orgánica que de otro modo requeriría de un servicio de recogida costoso tanto económica como energéticamente. Se pueden utilizar compostadores, o bien, mezclar los restos orgánicos en una pila sobre el suelo junto con otros residuos vegetales que se suelen generar en estos ámbitos. 

 

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  • Otros ámbitos donde aplicar compostaje:
    1. Compostaje educativo en centros escolares y universitarios, que dispongan de zonas para desarrollar esta actividad y zonas verdes. Se puede vincular con los huertos escolares. Se puede desarrollar también en otros equipamientos como centros cívicos, puntos limpios, etc.
    2. Compostaje en huertos urbanos (públicos o privados), permite la gestión in situ de los residuos generados en el propio cultivo, que además es demandante de enmiendas orgánicas.

Para un buen funcionamiento, estas prácticas requieren de una formación, tutorización y un seguimiento de la administración o asociaciones interesadas y de la aportación o suministro de fracción vegetal como material estructurante cuando sea necesario. Además de la adquisición de los compostadores (que en el caso del compostaje individual puede ser parcial o totalmente subvencionada), se necesitan una serie de herramientas como trituradoras de restos vegetales y aireadores/removedores para facilitar el proceso a los usuarios.

¿Cómo se recogen?

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La recogida separada de la FO debe efectuarse de forma integrada (no aditiva) al conjunto de recogidas de residuos de competencia municipal. No se trata de añadir una fracción (un contenedor) más a recoger. La incorporación de la recogida separada de la FO debe permitir replantear la optimización de la recogida de las otras fracciones, y de una forma especial la gestión de la fracción resto. La experiencia demuestra que una implantación adecuada de la recogida separada de esta fracción contribuye, por lo general, al incremento del conjunto de otras recogidas separadas (BCNecologia y ARC, 2006) y, por tanto a la disminución de la generación de la fracción resto.  

Se recomienda, siempre que sea posible, disociar la gestión la fracción vegetal de la FO, ya que las pautas de generación y tratamiento de unos y otros suelen ser distintas.

  • Residuos vegetales de pequeñas dimensiones similares a la FORS: se pueden autogestionar mediante compostaje doméstico cuando sea factible.
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  • Residuos de mayor tamaño o Poda: se pueden destinar a los puntos limpios que estén acondicionados para su recepción, trituración y expedición hacia plantas de compostaje, someterlos a un triturado previo “in situ” para facilitar y economizar su transporte posterior hacia otras instalaciones, o bien, se pueden utilizar directamente como acolchado vegetal (“mulching”).

Es la fracción que requiere una mayor frecuencia de recogida, ya que es difícil mantenerla en los domicilios o en las calles más de 3-4 días, sobre todo debido al clima durante el verano. Algunos municipios modulan la frecuencia de la recogida de la FORS a lo largo del año, aumentando la frecuencia de recogida desde mediados de mayo hasta mediados de septiembre. Las frecuencias de recogida más utilizadas por los municipios, en función del sistema de recogida, son:

Con contenedor Puerta a Puerta
3-7 veces / semana 3-4 veces / semana

Las actividades comerciales, según el sistema de recogida comercial desarrollado (ver apartado Sistemas de recogida), pueden disponer de sus propios contenedores y, si son adecuados sistemas segregados, también de frecuencias adaptadas a su generación.

Para evitar la aportación de residuos no solicitados en los contenedores de FORS es especialmente importante el dimensionado correcto de las bocas y tapas. Algunos mecanismos son: tapa cerrada con orificio o sobre-tapa a medida para las bolsas de FORS, tapa con llave para residuos comerciales, etc.

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Se debe tener en cuenta, como criterio general, no colocar a una distancia más lejana las fracciones separadas, especialmente la orgánica, en relación a la fracción resto (residuos mezclados) para no penalizar la participación en dichas recogidas.

Tratándose de un material de alta densidad y baja compactabilidad, se desprende la necesidad de ser recogido mediante vehículos no compactadores, estancos y de menor capacidad, lo cual puede suponer un ahorro económico sustancial.

Las necesidades de frecuencias de recogida de la FORS hacen que el consumo pueda ser relevante. Este se puede minimizar utilizando, cuando sea conveniente, camiones biocompartimentados, aplicando circuitos compartidos con las recogidas comerciales (aunque los establecimientos dispongan de sus contenedores individuales), optimizando las rutas y las frecuencias en función de las necesidades reales de cada zona. En cualquier caso, si la participación en el servicio es elevada el consumo final por tonelada recogida puede ser uno de los más eficientes en relación al resto de fracciones.

¿Cómo se tratan?

La FORS debe tratarse mediante procesos biológicos, tanto anaerobios (digestión anaerobia) como aerobios (compostaje) para higienizarla, estabilizar su materia orgánica y aprovechar al máximo su potencial y el compost resultante. En general, en los tratamientos en planta, se les suele aplicar unas operaciones de pretratamiento y postratamiento para mejorar el funcionamiento de los procesos biológicos y la calidad material resultante, respectivamente. Ver apartado Sistemas de tratamiento.

 

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En los tratamientos biológicos (aeróbicos o anaerobios) una población microbiana (variada, mixta y compleja) utiliza la materia orgánica de los residuos como “alimento” para llevar a cabo sus procesos metabólicos (tanto energéticos como de síntesis), generando nuevos productos y otro tipo de población microbiana.

Los residuos vegetales leñosos (poda) son un material necesario en los tratamientos de compostaje de la FORS (y de otros residuos orgánicos como los lodos de depuradora, residuos ganaderos y otros residuos orgánicos de origen industrial) ya que funcionan como material estructurante (favorece la relación C/N adecuada y aporta estructura a la mezcla para facilitar la presencia de oxigeno en el proceso), que favorece las condiciones del proceso. Esta fracción también puede utilizarse como biomasa combustible en procesos de generación de energía.

¿Qué aplicaciones tienen los materiales obtenidos?

El compost es el material resultante de la descomposición aerobia de la materia orgánica recogida separadamente mediante el proceso de compostaje. Es un material orgánico, higienizado y estable, de color oscuro y olor a tierra, libre de patógenos, semillas, malas hierbas y impropios (trozos de vidrio plásticos, etc.) y no atrae insectos o vectores como hierbas, que puede resultar beneficioso para el suelo y/o el desarrollo de las plantas.

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Como enmienda orgánica aporta muchos importantes beneficios al suelo:

  • Aportación de materia orgánica, biofertilidad, mejora de la estructura y la retención hídrica, etc.
  • Retención de carbono en el suelo, por tanto, incrementa el potencial del suelo como sumidero de carbono. La incorporación continuada de materia orgánica en el suelo, comporta que el nivel de carbono orgánico se estabilice en niveles superiores en relación al existente al inicio de las aplicaciones.
  • Disminución de la erosión y degradación del suelo, contribución a evitar o revertir los procesos de desertificación.
  • Sustitución de fertilizantes químicos y/u otras enmiendas orgánicas que conlleva beneficios ambientales por ahorro energético y de emisiones, así como económicos.

Las características físicas, químicas y biológicas del compost permiten que este material se pueda utilizar en distintos ámbitos y actividades obteniendo resultados muy positivos:

  • Como abono natural en agricultura extensiva y ecológica (cereales, huerta, fruticultura, vid, etc.).
  • Como fertilizante en labores de jardinería, tanto pública como privada, y en la formulación de sustratos.
  • Como elemento para restaurar suelos degradados en proyectos de obra pública (clausura de vertederos, regeneración de taludes, etc.) o en la restauración de actividades extractivas.

Los usos del compost quedan regulados por el Real Decreto 824/2005, de 8 de julio, sobre productos fertilizantes que tiene por objeto establecer la normativa básica en materia de productos fertilizantes y los procedimientos necesarios de coordinación con las comunidades autónomas. 

Para los abonos derivados de materia orgánica biodegradable (grupo 2 del RD), además de la necesidad inscribirse en el Registro de productos de fertilizantes, se regula el origen, composición, trazabilidad y ausencia de efectos nocivos. Y establece tres calidades diferenciadas (A, B, C) según sus posibles usos, en función del contenido de metales pesados, limitando los productos de la clase C en aplicaciones sobre suelos agrícolas en dosis superiores a cinco toneladas de materia seca por ha. y año.

En la actualidad, a nivel comunitario se está estudiando la aplicación del criterio fin de la condición de residuo al compost/digestato. Dicho estudio contempla qué criterios se deberán cumplir para asegurar que el compost obtenido pueda ser considerado producto y no residuo.