Fracturación hidráulica y Fracturación hidráulica de alto volumen

La fracturación hidráulica, también llamada estimulación hidráulica, no se trata de una "técnica de perforación", por el contrario, es un proceso de estimulación que se utiliza una vez finalizada la perforación del sondeo al objeto de mejorar la producción en una formación geológica.

En síntesis, el proceso consiste en la inyección de agua a grandes presiones, junto con un agente propante y otros aditivos químicos, para provocar fracturas y fisuras en la roca de tamaño milimétrico y dotarla así de mayor permeabilidad. El agente propante o de sostén, que generalmente es arena, queda alojado en las fracturas, manteniéndolas abiertas y permitiendo que el hidrocarburo objetivo fluya hasta el pozo.

Se trata de una técnica que se emplea desde 1940 de forma habitual en pozos convencionales, si bien a escala reducida, aumentando considerablemente la productividad de los mismos, así como en proyectos de almacenamiento de CO2 y geotermia, entre otros.

Generalmente utilizada en los llamados yacimientos de hidrocarburos “no convencionales” de gas natural, se suele combinar con la perforación horizontal de sondeos a lo largo del yacimiento, de forma que la baja permeabilidad de la formación se compensa aumentando la superficie de contacto con el sondeo.

De acuerdo con la Recomendación de la Comisión, de 22 de enero de 2014, relativa a unos principios mínimos para la exploración y producción de hidrocarburos (como el gas de esquisto) utilizando la fracturación hidráulica de alto volumen, se entiende como fracturación hidráulica de alto volumen la inyección en un pozo de 1.000 m3 o más de agua por fase de fracturación, o de 10.000 m3 o más de agua durante todo el proceso de fracturación.

En España, desde la entrada en vigor, el 22 de mayo de 2021, de la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, no se pueden otorgar nuevas autorizaciones para realizar en el territorio nacional, incluido el mar territorial, la zona económica exclusiva y la plataforma continental, cualquier actividad para la explotación de hidrocarburos en la que esté prevista la utilización de la fracturación hidráulica de alto volumen.