El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, uno de los últimos representantes del ecosistema de tablas fluviales en Europa, ha registrado en 2025 un censo de aves acuáticas excepcional. Nunca, en la serie histórica de seguimiento, se había detectado una diversidad y abundancia tan elevada de especies reproductoras.
El parque, gestionado conjuntamente por el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha —a través de la comisión mixta de gestión—, se muestra como un refugio esencial para la avifauna ligada a medios acuáticos a nivel nacional y europeo.
Las Tablas de Daimiel son un humedal complejo, modelado por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Gigüela y la descarga de un acuífero profundo, que dan lugar a un mosaico de vegetación palustre y lagunas someras de enorme valor ecológico. A pesar de estar sometido a fuertes presiones por el cambio climático y la sobreexplotación de aguas subterráneas, cuando se recuperan los niveles hídricos, el parque se transforma en un hervidero de vida.
Récords de reproducción en 2025
Este año ha sido muy positivo en la reproducción de algunas especies singulares:
- Pato colorado: emblema del Parque Nacional, se han contabilizado entre 1.350 y 1.400 parejas reproductoras siendo el mejor dato de reproducción de la serie histórica reciente (1980-2025). En junio se llegaron a censar 1.800 machos de pato colorado en su concentración previa a su migración de muda de pluma. Esta población tan significativa ha sido posible gracias a una presencia generalizada de praderas de plantas subacuáticas de las que se alimentan.
- Porrón europeo: entre 500 y 550 parejas, igualando los mejores años de la serie histórica históricos (1997 y 2010) con un gran éxito reproductor.
- Porrón pardo: en peligro crítico de extinción, con un número de parejas reproductoras entre 28 y 32 parejas, con al menos 14 polladas y unos 98 pollos. Estos datos consolidan a Las Tablas de Daimiel como un humedal vital para la conservación de esta especie.
- Cerceta pardilla: también en situación crítica de extinción, con 3 parejas reproductoras, habiéndose observado una hembra con siete pollos.
- Malvasía cabeciblanca: récord histórico en el Parque Nacional con 90-95 parejas, 74 polladas observadas y unos 454 pollos avistados. En 2024, el humedal con más presencia de esta especie en España alcanzó 54 polladas observadas. Recientemente se observaron hasta 548 individuos en el Parque Nacional entre adultos y pollos.
- Fumarel común: especie muy escasa como reproductora en España y en peligro de extinción, se ha reproducido por primera vez en el parque, con una población nidificante de 20-25 parejas.
- Flamenco común: por primera vez se ha constatado la cría en el parque, con al menos 51 pollos.
Continuando con las ardeidas, podemos señalar:
- Garza imperial: 50-55 parejas repartidas en cuatro garceras del parque.
- Garceta grande: entre 52 y 57 parejas, compartiendo garceras con la garza imperial, siendo cifras muy elevadas en el contexto nacional.
- Garcilla cangrejera: 7-9 parejas consolidándose como especie reproductora tras años de ausencia.
- Garcilla bueyera: reaparición de la colonia existente con anterioridad, compartiendo espacio con la colonia con cormoranes del Parque.
Otras especies destacadas
- Fumarel cariblanco: 1.300 parejas, con gran éxito reproductor con segundas y terceras puestas de huevos.
- Zampullín cuellinegro: entre 330 y 350 parejas formando colonias mixtas con los fumareles cariblancos.
- Somormujo lavanco: entre 180-195 parejas reproductoras, siendo uno de los mejores de la serie histórica (1980-2025).
- Gaviota reidora: unas 490 parejas reproductoras en colonias mixtas con fumarles cariblancos.
Un refugio para una especie crítica
Requiere especial mención el escribano palustre iberoriental, pequeña ave paseriforme en situación crítica de extinción, con presencia de 19 ejemplares censados que hace que el parque sea uno de los principales núcleos reproductores de esta subespecie en la Península. Por todo ello, nos encontramos ante el mejor censo de aves nidificantes del P.N. Las Tablas de Daimiel de la serie histórica reciente (1980-2025).
Las Tablas de Daimiel demuestran, una vez más, que con presencia de agua de calidad, la naturaleza responde con fuerza, convirtiéndose en un hervidero de vida y un lugar vital para la conservación de numerosas aves acuáticas.