El canto melodioso del zorzal puntea las llamadas de todas las aves de este bosque mixto de hayas y abetos: un pito negro que grita a lo lejos, las llamadas sibilantes de reyezuelos sencillos y listados, un carbonero garrapinos, el tamborileo de un picapinos y su relincho, una bandada de mitos ... Unos y otros lanzan sus llamadas constantemente y crean un tejido sonoro intrincado, difícil de seguir: la mejor muestra de la diversidad de estos bosques maduros.
Un corzo también se incorpora al concierto del bosque. Y por último, valle abajo, los gritos de un par de cornejas enceladas.