Atardece en primavera. Desde dentro del hayedo de Pome, cerca del lago Enol, los cantos de zorzales y mirlos ocupan todo el horizonte sonoro.
Un trueno retumba a lo lejos, sube ladera arriba y anticipa el aguacero
Todos callan, excepto un zorzal que, protegido bajo las hojas de un haya , continúa cantando bajo la lluvia.