La reproducción de la cerceta pardilla cae un 35% en 2023 debido a la sequía

Balance del grupo de trabajo de la especie

25/01/2024

El año pasado se registraron 480 pollos de esta especie, en peligro crítico de extinción, frente a los 740 de 2022

Dos ejemplares de cerceta pardilla cerceta pardilla

La reproducción de la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris) registrada en España en 2023 disminuyó un 35% respecto a los datos de la temporada anterior debido a la grave sequía que sufren las áreas reproductoras de esta especie, especialmente en el sur de la península ibérica. En concreto, el pasado año se registraron 480 pollos, aproximadamente un tercio menos que en 2022, cuando se alcanzaron los 740, frenando así la tendencia alcista de los últimos años.

El número de polladas (esto es hembras avistadas acompañadas por pollos) también se redujo, pasando de 115 en 2022 a 75 en 2023. Así lo confirman los datos del grupo de trabajo de la cerceta pardilla, que coordina el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), presentados en su última reunión celebrada en el Zoobotánico de Jerez de la Frontera (Cádiz).

Por comunidades autónomas, Andalucía es la que registró un mayor número de pollos, con 192 individuos. La especie se reprodujo en 12 de sus humedales, destacando dos de ellos en el entorno de Doñana, donde se localizaron cinco polladas en cada uno, en las Marismas de Henares (Cádiz) y en Brazo del Este (Sevilla). Así, las marismas del Guadalquivir siguen acogiendo la mayor parte de la población reproductora de la especie en esta región, con un 76% de las parejas.

Cabe destacar que por primera vez se produjo la reproducción en el Paraje Natural de la Desembocadura de Guadalhorce (Málaga), donde se observó una hembra con ocho pollos. Además, en esta misma provincia se afianza el pequeño núcleo de Fuente de Piedra, con tres parejas exitosas.

Respecto a los datos en la Comunidad Valenciana, la especie se reprodujo en cinco localidades distintas, entre las que destacan el Parque Natural de El Hondo (Alicante), el Paraje Natural Municipal Clot de Galvany (Elche), el Marjal de Almenara (Castellón) y el Parque Natural de la Albufera de Valencia, con 15, seis, cinco y cuatro polladas, respectivamente. En total se registraron 173 pollos. En esta comunidad autónoma se produjo también una reducción del número de polladas respecto a 2022, dado que 2023 no resultó un año tan favorable en cuanto a nivel de inundación de los humedales del sur de Alicante.

A diferencia de las dos comunidades autónomas anteriores, en las Islas Baleares se registraron en 2023 máximos históricos de reproducción, con un total de 14 polladas y 115 pollos en los humedales del entorno de S´Albufera de Mallorca.

En Castilla-La Mancha se registró solo una hembra con pollos en el Parque Nacional Tablas de Daimiel, además de otras tres polladas en las instalaciones de cría en cautividad. También se encontró una puesta en la Comunidad de Madrid, en una caja nido instalada en las lagunas de El Porcal, pero no eclosionaron los huevos.

Hito en la reproducción de la especie 

En la Comunidad Valenciana destaca un hito en la reproducción de la especie al haberse registrado por primera vez en muchos años la cría en El Espigar, un humedal del Parque Natural de El Hondo adquirido por las asociaciones ANSE y SEO/BirdLife en el marco del proyecto LIFE Cerceta Pardilla que coordina la Fundación Biodiversidad del MITECO. En este humedal se avistaron al menos cinco hembras distintas acompañadas de 36 pollos.

Tres de estas hembras ocuparon una zona de saladar que se mantenía en seco en años previos a la compra de El Espigar, pero que, gracias a las obras realizadas, mantiene niveles de agua adecuados para la especie.

Además, se llevó a cabo una mejora de las condiciones ecológicas de la finca, adecuándola a las necesidades de la cerceta pardilla. Las actuaciones para la gestión hídrica y de la vegetación consiguieron una inundación constante durante la temporada de reproducción y la creación de un hábitat atractivo para la especie.

Medidas para su recuperación

Las administraciones públicas, junto a la comunidad científica, organizaciones conservacionistas y la sociedad civil están dando importantes pasos para la recuperación de la cerceta pardilla.

Una de las principales líneas de actuación para la conservación de esta especie es la restauración de los humedales prioritarios. Además de las actuaciones anteriormente descritas, en Andalucía se está avanzando en la mejora de la gestión de los humedales clave para la especie, con una importante vocación de restauración de la dinámica hidrológica en el bajo Guadalquivir.

Otra de las actuaciones clave es la cría en cautividad en centros de referencia, como son el centro de cría en cautividad la Granja de El Saler, gestionado por la Generalitat Valenciana, y la Reserva Natural Concertada Cañada de los Pájaros (Sevilla). A estos se añade como apoyo el Zoobotánico de Jerez de la Frontera (Cádiz) y el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real).

La cría en cautividad permitió la liberación en 2023 de un total de 579 ejemplares en humedales de Andalucía, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid, que sirven para reforzar las poblaciones silvestres. Además, se mantiene la colaboración con Italia para trasladar y liberar individuos en el marco del proyecto de recuperación que se desarrolla en Sicilia.

Reducir las amenazas sobre la especie

Otra de las medidas que se lleva a cabo es la mejora del conocimiento sobre la especie con el marcaje de ejemplares con GPS. En 2023 se marcaron con emisores 52 nuevos ejemplares, lo que permitió obtener más información sobre sus movimientos y avanzar en el establecimiento de metodologías comunes con los países del norte de África, a los que la cerceta pardilla generalmente se desplaza en invierno. El total de cercetas pardillas dotadas con emisores GPS en España, tras la declaración de situación crítica de la especie en 2018, asciende a 218. La información generada también permite identificar las principales causas de mortalidad y buscar soluciones para reducir estas amenazas.

Además, se sigue reforzando la colaboración e implicación de otros agentes y sectores vinculados a la especie o a su hábitat. Por ello, se firmaron acuerdos de custodia del territorio con gestores privados de fincas agrícolas, ganaderas y cinegéticas para el desarrollo de tareas de gestión positiva del hábitat y refuerzo de la vigilancia de la cerceta pardilla, para asegurar su implicación y su apuesta por la conservación de la especie.