Noviembre 2021
En la Cumbre de la Tierra organizada por ONU en Río de Janeiro en 1992 se adoptó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. En este tratado, las naciones acordaron "estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera" para evitar la peligrosa interferencia de la actividad humana en el sistema climático. En la actualidad, el tratado cuenta con 197 signatarios. En 1994 entró en vigor el tratado y desde entonces la ONU convoca cada año a los firmantes del tratado en la "Conferencia de las Partes" también conocida como "COP”.
Este año debería haber sido la 27ª cumbre anual, pero debido al COVID-19, la Conferencia se tuvo que retrasar un año debido al aplazamiento del año pasado, de ahí que sea la COP26.
Reflejo de las duras negociaciones que se establecieron en la Conferencia es que éstas se prolongaron un día más de lo previsto para llegar al acuerdo final, que según el secretario General de la ONU, Antonio Gutiérres, refleja los intereses, las contradicciones y el estado de la voluntad política en el mundo actual: "Es un paso importante pero no es suficiente. Debemos acelerar la acción climática para mantener vivo el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados", declaró al término de la reunión.
El titular de la ONU añadió que es hora de pasar al "modo de emergencia", poniendo fin a las subvenciones a los combustibles fósiles, eliminando el carbón, poniendo un precio al carbono, protegiendo a las comunidades vulnerables y cumpliendo el compromiso de 100.000 millones de dólares de financiación para el clima, según uno de los objetivos del Acuerdo de París. Una enmienda de última hora introducida por China e India suavizó el lenguaje que había circulado anteriormente en un borrador de texto sobre "la eliminación de la energía de carbono no estabilizado y de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles". Tal y como se adoptó el sábado, el texto cita una "reducción progresiva" del uso del carbón. El acuerdo también pide plazos más estrictos para que los gobiernos actualicen sus planes de reducción de emisiones.