Laguna de Taravilla o de La Parra

La Laguna de Taravilla o de la Parra, situada en un valle de montaña y alimentada por un arroyo de aguas permanentes, es de origen glaciar y kárstico. 

La laguna presenta un cinturón helofítico muy considerable y una zona pelágica con buen desarrollo vertical, en la que el fitoplancton puede proliferar en función de la estratificación vertical que se genera en verano. La vegetación acuática incluye tres bandas, la primera dominada por Chara hispida, la siguiente por Hippuris vulgaris y la tercera por Potamogeton coloratus. Por su parte, las bandas helofíticas comienzan con el carrizal de Phragmites australis que da paso al masegar de Cladium mariscus, éste a las macollas de Carex elata, y éstas, a su vez, a las comunidades de Carex riparia. Respecto a la fauna, tanto la diversidad de comunidades de microcrustáceos bentónicos, como de macroinvertebrados y de invertebrados bentónicos no es especialmente alta. 

Esta laguna presenta un buen estado ecológico y está expuesto a muy bajas presiones e impactos de la actividad humana.

Laguna de Taravilla o de La Parra