Criterios y principios orientadores

Los criterios generales y principios orientadores de la revisión y actualización de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos 2023-2030 se resumen en los siguientes 13 puntos:

  1. Debe ser una herramienta que contribuya a conseguir los objetivos de la Directiva Marco del Agua y específicamente los fijados en la planificación hidrológica, en concreto, en los Planes hidrológicos de tercer ciclo y en los Planes de gestión del riesgo de inundación de cada demarcación.
  2. La ENRR debe estar alineada y contribuir al cumplimiento integrado de las Directivas sobre agua y biodiversidad, al Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), al Plan Estratégico Estatal de Patrimonio Natural y Biodiversidad a 2030, a la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas (ENIVCRE) y al Plan Estratégico de Humedales (2022-2030) y al futuro Reglamento Europeo sobre la Restauración de la Naturaleza.
  3. La ENRR debe ser también una herramienta para restaurar en la medida de lo posible los servicios ecosistémicos asociados a los ríos, sinérgicamente con las orientaciones de la ENIVCRE en el mismo sentido.
  4. Acoplada con obligaciones y recomendaciones provenientes de la UE, tales como la Guidance on Barrier Removal for River Restoration (CE, 2021) e Integrated sediment management. Guidelines and good practices in the context of the Water Framework Directive (CE, 2022), la Estrategia 2030 de la UE sobre Biodiversidad y la propuesta de Reglamento Europeo sobre la Restauración de la Naturaleza, entre otras.
  5. Debe contribuir al objetivo de la Directiva de Inundaciones para que no se incremente el riesgo de inundación existente, y en la medida de lo posible se reduzca, a través de soluciones basadas en la naturaleza tales como, la recuperación de las llanuras aluviales mediante la eliminación de obstáculos al desbordamiento, o la creación de infraestructuras verdes que mejoren la capacidad de retención de agua y la laminación de las avenidas en episodios de inundación, contribuyendo a aumentar de la resiliencia, disminuir la vulnerabilidad de los elementos ubicados en las zonas inundables y a la reducción de los daños en estas zonas.
  6. Conectada con el Plan de Acción de Aguas Subterráneas 2023-2030 y, a través de él, con la gestión de la conexión entre aguas superficiales y subterráneas y con la mejora de los humedales.
  7. Basada en una aproximación territorial y sectorial que tenga en cuenta los gradientes físicos, ambientales y de presiones existentes en cada cuenca y demarcación, desde las zonas de cabecera hasta las zonas litorales.
  8. Articulada sobre el funcionamiento integrado de las actuaciones de restauración, particularmente en relación con la red de Reservas Hidrológicas y con la Red Natura 2000.
  9. Marcada por criterios de conectividad ecológica e hidromorfológica a escala espacial europea, española y de demarcación.
  10. Las actuaciones deberán orientarse con preferencia a la restauración del corredor fluvial en su conjunto, entendiendo este ámbito el que integra el cauce, la ribera funcional y su zona de flujo preferente y los espacios anejos de riberas bien conservadas, fomentando una coordinación con los usos del suelo en el entorno del río.
  11. Monitoreada a través de indicadores temporales, criterios de conectividad lineal y con los procedimientos emanados de las recomendaciones de la Comisión Europea en materia de gestión de ríos.
  12. Conectada con las líneas presupuestarias del Plan de Recuperación, Transición y Resiliencia, y en especial con el Fondo de Restauración Ecológica y Resiliencia (FRER) creado en el MITECO para su gestión, así como los programas FEDER y LIFE, disponiendo además del carácter de interés general que le otorga el TRLA.
  13. Dirigida a la restauración y reconexión estructural y funcional de 3.000 km de ríos entre 2022 y 2030, en toda España.