Inventario de Daños Forestales

Redes europeas de daños en los bosques

Persona examinando con prismáticos la salud de unos árboles en bosque

A principios de la década de los ochenta, el continuo y progresivo deterioro del estado de salud de los bosques que se registraba en Europa empezó a suscitar una preocupación general en la sociedad. Como respuesta a la creciente inquietud sobre que el motivo de esta degradación pudiera ser la contaminación atmosférica, en 1985 se estableció el Programa de Cooperación Internacional para la Evaluación y Seguimiento de los Efectos de la Contaminación Atmosférica en los Bosques (www.icp-forests.org), dentro del Convenio sobre la Contaminación Atmosférica Transfronteriza a Larga Distancia de la Comisión Económica de Naciones Unidas para Europa (LRTPA de la CEPE). Paralelamente en 1986, la Comunidad Europea (CE) aprobó el Programa de protección de los bosques contra la contaminación atmosférica: el Reglamento (CEE) nº 3528/86 del Consejo sentó el fundamento jurídico para desarrollar los trabajo de seguimiento y control del estado de salud de los sistemas forestales.

Más adelante, las diferentes Conferencias Ministeriales para la protección de los bosques europeos (http://www.mcpfe.org) han recogido en sus resoluciones las actividades de seguimiento desarrolladas, dentro de los objetivos de la Resolución S1 de Estrasburgo (1990), la Resolución H1 de Helsinki (1993), la Resolución L2 de Lisboa (1998) y las resoluciones de la 4ª Conferencia Ministerial, (Viena,2003).

El seguimiento del estado y la evolución de los bosques en Europa a través de las redes de seguimiento de bosques se ha llevado a cabo desde entonces y hasta el momento actual con arreglo a estos dos programas:

  1. ICP - Forests de Naciones Unidas, que desarrolló los diferentes protocolos de trabajo (manuales) para cada una de las actividades así como los esquemas de trabajo.
  2. Los diferentes reglamentos comunitarios que la UE ha ido desarrollando para conformar la base legal y financiera de los trabajos (siempre que fueran llevados a cabo en países pertenecientes a la UE), posibilitando así la co-financiación de las actividades.

A lo largo de sus más de 20 años de historia, las redes de seguimiento de bosques han ido adaptando sus objetivos a las necesidades políticas europeas. En un principio, los objetivos eran tres:

  • Objetivo nº 1 -Conocer la variación en el tiempo y en el espacio del estado de salud de los bosques y la relación de esta variación con los factores de estrés, incluida la contaminación atmosférica, a escala nacional, regional e internacional. Este primer objetivo dio lugar a la creación de la Red de Nivel  I: red sistemática de puntos (vértices de una malla de 16x16 Km. sobre la superficie de Europa) para el estudio a gran escala de una reducida serie de parámetros de fácil medición sobre las condiciones ecológicas de la estación y la vitalidad del arbolado.
  • Objetivo nº 2 -Contribuir a un mejor conocimiento del impacto de los contaminantes atmosféricos y otros agentes nocivos sobre los ecosistemas forestales, así como de las relaciones causa/efecto.
  • Objetivo nº 3 -Proporcionar una perspectiva integrada sobre las interacciones entre los componentes del ecosistema sometidos a las condiciones de estrés de la contaminación atmosférica y otros.

Para cumplir estos dos últimos objetivos, se creó la Red de Nivel II, formada por una serie de parcelas para el seguimiento intensivo y continuo, con instrumentación específica, de los principales ecosistemas forestales europeos.

En el año 2003, con la entrada en vigor del Reglamento CE nº 2152/2003 sobre el "seguimiento de los bosques y de las interacciones medioambientales en la Comunidad (Forest Focus), las Redes ampliaron sus objetivos básicos para incluir la conservación de la biodiversidad forestal, la contribución de los bosques como sumideros de carbono a la mitigación de los efectos de cambio climático y el desarrollo de prácticas de manejo sostenible que garantizaran el mantenimiento y mejora de la situación de los bosques europeos.

En la actualidad, la base legal y financiera de las Redes Europeas viene dada por el Reglamento CE nº 614/2007 del Parlamento Europeo y del Consejo relativo al instrumento financiero para el medio ambiente (LIFE+), Este nuevo Instrumento, que sustituye y amplia los campos de acción del anterior Life (contribuir a la aplicación, actualización y desarrollo de la política y la legislación comunitarias en materia de medio ambiente) fue aprobado el 23 de mayo de 2007 con carácter retroactivo, siendo su periodo de vigencia de 5 años (desde el 1 de enero de 2007 hasta el 31 de diciembre de 2013).

En este marco, representantes de los centros focales nacionales de ICP Forests en los Estados Miembros y de la comunidad científica internacional elaboraron el llamado "Sistema Europeo de Seguimiento de Bosques", basado en una serie de proyectos multinacionales que pretenden mejorar y ampliar el sistema de seguimiento forestal que desde hace más de 20 años se ha venido llevando a cabo en toda Europa mediante las Redes Europeas.

Uno de estos proyectos, "Further Development and Implementation of an EU - level Forest Monitoring System" (FutMon), fue aprobado por la DG Environment de la CE para su cofinanciación en el marco Life + en otoño de 2008, entrando en vigor en casi todos los países de la Europa Comunitaria (incluido España) el 1 de enero de 2009. El proyecto se encuentra coordinado por el mismo organismo que a su vez lidera el Programa ICP Forests (Instituto vTI en Hamburgo, Alemania), recogiendo, ampliando y modificando en gran parte, las actividades de las antiguas Redes de Daños, garantizando así la continuación y la adaptación de las actividades de seguimiento de los bosques en Europa.

Actualmente 39 países participan en los trabajos que se desarrollan en el marco del Programa ICP Forests y 24 de ellos (incluido España) participan además como Beneficiarios Asociados en el proyecto comunitario FutMon. Los trabajos incluyen evaluaciones con arreglo a métodos normalizados y forman una importante plataforma para el intercambio de conocimientos sobre el estado de salud del arbolado en los sistemas forestales europeos. Los resultados y las recomendaciones derivados de estos trabajos constituyen la base científica para las decisiones políticas sobre el control de la contaminación atmosférica y otras políticas medioambientales de protección de nuestro entorno natural.