Los residuos de envases se generan en cantidades muy elevadas por lo que su abandono o gestión inadecuada puede afectar al paisaje, al suelo y vegetación y a los ecosistemas acuáticos. Por otro lado, se estaría desperdiciando una fuente de materiales (papel y cartón, metales, plásticos y vidrio) que pueden volverse a introducir en los procesos productivos, ahorrando la extracción de nuevas materias primas y reduciendo el cosnumo energía y conservando los recursos naturales existentes.
La Ley 11/1997, que incorpora los objetivos europeos establecidos para este flujo, establece unos objetivos mínimos de reciclado y valorización, totales y por materiales, a cumplir desde 2008:
• Reciclaje de un mínimo del 55% y un máximo del 80% en peso de los residuos de envases.
• Reciclaje de los materiales contenidos en los residuos de envases:
• Valorización (incluido el reciclaje y la incineración de residuos con recuperación de energía) de un mínimo del 60% en peso de los residuos de envases.
El PNIR establece los siguientes objetivos en materia de envases y residuos de envases: