Los residuos se almacenan en instalaciones autorizadas desde las que se destinan a los usos que procedan, cuando por su naturaleza y características pueden ser reciclados. En el caso de los residuos de los que en la actualidad no haya tecnología disponible para su reciclado o que por sus características no sean susceptibles de ser reciclados, se mantienen depositados en las citadas instalaciones de residuos sometidos al control y vigilancia durante el plazo establecido en la normativa aplicable.