El archipiélago balear se corresponde con la prolongación de las Sierras
Béticas. El clima es de tipo mediterráneo marítimo, con temperaturas invernales
suaves y máximas estivales moderadas.
En cuanto a la red hidrográfica, las cuencas son pequeñas y abundan los
torrentes con corrientes efímeras.
Las islas Baleares poseen una gran longitud de costa en relación con su
supeficie, debido al carácter recortado de la misma.
La plataforma continental es reducida, común para Mallorca, Menorca y Cabrera,
y separada de Ibiza y Formentera.
Las características costeras varían entre islas. En Mallorca hay sectores de
costa recortada con playas encajadas en calas, de costa accidentada, de playas
y de espacios palustres. Menorca tiene una costa bastante homogénea, recortada
con playas encajadas. Y en Ibiza la línea de costa es festoneada y acantilada,
con escasas playas.
En su conjunto, el archipiélago de las islas Baleares contiene un importante
variedad de ambientes de alto valor ecológico. Cabe destacar: la Sierra
Tramontana de Mallorca, gran parte de la costa menorquina y el Noroeste de
Ibiza, por sus valores paisajisticos y faunísticos, humedales y sistemas
dunares.