Repositorio Informes indicadores

La Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024 (ENPE) se compromete de forma explícita a actualizar, cada año, los  indicadores de pobreza energética permitiendo observa esta situación de la forma más aproximada posible y su evolución. Para ello utiliza los datos obtenidos por el INE en la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) y la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (ECV).

La ENPE establece 4 indicadores, definidos de la siguiente manera:

  • Gasto desproporcionado (2M): porcentaje de hogares cuya participación en el gasto energético en ingresos es más del doble de la mediana nacional. Este indicador pertenece a la EPF y mide el porcentaje de población para el que los gastos reales en energía doméstica (como porcentaje de ingresos totales del hogar) está al menos dos veces por encima de la mediana nacional. Del mismo modo que el indicador de pobreza energética escondida (HEP), el indicador de gasto desproporcionado (2M) se complementa con un indicador adaptado que estudia el gasto energético del hogar en comparación con el doble de la media de medianas de los últimos 5 años. Con ello se obtiene, al igual que con el anterior indicador, un enfoque más estructural y de tendencia del gasto energético nacional a medio plazo.
  • Pobreza energética escondida (HEP): porcentaje de los hogares cuyo gasto energético absoluto es inferior a la mitad de la mediana nacional. Este indicador, perteneciente a la EPF, se calcula sobre la mediana del gasto. Es decir, un hogar tendrá un gasto energético reducido cuando éste se encuentre por debajo del 50% de la mediana estatal. El indicador se verá complementado por otro indicador adaptado, en el que se comparará el gasto energético del hogar no con la mediana nacional del año que se estudia, sino con la media de las medianas de gasto en los últimos 5 años. Con ello, se analiza el gasto energético nacional durante un periodo temporal amplio y se pueden observar tendencias estructurales. El diagnóstico, por tanto, no se ve distorsionado por circunstancias que sólo tengan que ver con el año concreto (por ejemplo, circunstancias económicas, sociales o climáticas en dicho año), sino que se obtiene una evolución del gasto energético.
  • Incapacidad para mantener la vivienda a una temperatura adecuada en invierno: porcentaje de la población que no puede mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante el periodo invernal. El indicador, perteneciente a la ECV, se basa en la pregunta: "¿Puede su hogar permitirse mantener su vivienda con una temperatura adecuada durante los meses fríos?". Dada la singularidad climática de España, se completa este indicador con el análisis del indicador complementario para el periodo estival, perteneciente al módulo de la ECV “características de la vivienda” elaborado en los años 2007 y 2012. Se basa en la pregunta: "¿Puede su hogar permitirse mantener su vivienda con una temperatura adecuada durante los meses cálidos?".
  • Retraso en el pago de las facturas: porcentaje de población que tiene retrasos en el pago de facturas de los suministros de la vivienda. Este indicador pertenece a la ECV, y se basa en la pregunta: "¿En los últimos doce meses, el hogar ha tenido retrasos en el pago de recibos de agua, gas, calefacción, electricidad, comunidad, etc., para la vivienda principal debido a dificultades económicas?” Se ha juzgado conveniente no tener en cuenta otras facturas como las asociadas al alquiler o a la hipoteca para estudiar el fenómeno de la pobreza energética desde una perspectiva más cercana al mismo, en línea con el indicador de la Unión Europea. No obstante, el indicador no se corresponde exactamente con el pago de los suministros energéticos, al incluir otros suministros como el agua. 

La medida 2 de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética establecía el compromiso de publicar informes anuales sobre la evolución de los indicadores de pobreza energética con, al menos, la siguiente información:

  • Resultado de los indicadores primarios en el año de referencia y evolución desde el 2014.
  • Comparación con el resto de Estados miembros de la Unión Europea.
  • Comparación con los objetivos de disminución de la pobreza energética (mejorar el registro mínimo de la serie 2008-2017 y mejorar la media de la UE en el año en cuestión).
  • Interpretación de los resultados y la evolución reciente.

 

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