La población de lince continúa expandiéndose, tanto numérica como territorialmente. Ya son 14 las áreas geográficas distintas donde la especie se reproduce y nuevas zonas de presencia estable en la Región de Murcia y en las provincias de Albacete, Badajoz, Toledo y Ciudad Real. La tendencia de la población es positiva y continua desde 2015, lo que permite seguir siendo optimista por la reducción del riesgo de extinción del lince ibérico que supone. En un período de alrededor de 20 años, la población ha pasado de menos de 100 ejemplares contabilizados en 2022 a más de 2.000 en 2023. Y en los últimos años el incremento es aún más destacable, puesto que en 2020 la población total era de 1.111 linces y tres años más tarde se han añadido casi 900 individuos más a la población ibérica.
El informe técnico elaborado en el seno del grupo de trabajo del lince ibérico en España y Portugal, conformado por las administraciones ambientales competentes puede ser consultado en la página web del MITECO.
UN PROGRAMA COORDINADO QUE DA BUENOS RESULTADOS
La recuperación de la población del lince ibérico en España y Portugal constituye uno de los mejores ejemplos de actuaciones de conservación de especies amenazadas en el mundo y ha sido posible gracias a los esfuerzos coordinados realizados tanto por las administraciones públicas competentes como por entidades sectoriales interesadas, propietarios y gestores de fincas privadas y sociedad en general. La contribución financiera de las administraciones españolas y portuguesas y de la Unión Europea, a través del programa LIFE, han sido clave para la ejecución de los trabajos de seguimiento e investigación y para la mejora de las tasas de supervivencia, reproducción y mejora del hábitat.
El programa de conservación ex situ, en el que se enmarcan los trabajos de cría en cautividad y la reintroducción de ejemplares, también ha sido una pieza clave en la recuperación del lince. Se ha llevado a cabo bajo una fructífera cooperación y coordinación entre las autoridades portuguesas y españolas, articulada en el marco del Memorando de Entendimiento para el desarrollo de un único programa coordinado de actuaciones para la aplicación de la Estrategia de Conservación del Lince ibérico en España. La cría en cautividad supone un esfuerzo económico muy importante para las administraciones que vienen sufragando este coste con medios propios, que son el ICNF de Portugal en el centro de cría de Silves, la Junta de Andalucía en el centro de La Olivilla (Jaén) y el Organismo Autónomo Parques Nacionales del MITECO en los centros de Zarza de Granadilla (Cáceres) y El Acebuche (Huelva).
Desde que en 2011 comenzaran las primeras liberaciones al medio natural de individuos nacidos en cautividad, hasta 2023 se han reintroducido 372 ejemplares. A las áreas de reintroducción inicialmente seleccionadas para la liberación de linces, que fueron Vale do Guadiana en Portugal, Guarrizas y Guadalmellato en Andalucía, Montes de Toledo y Sierra Morena Oriental en Castilla-La Mancha, y Matachel en Extremadura, se han incorporado en los últimos nuevas zonas de reintroducción aprobadas por el grupo de trabajo del lince ibérico al constatarse el cumplimiento de los requisitos ecológicos y sociales para abordar la reintroducción. Así, los núcleos de Sierra Arana en Andalucía, Valdecañas-Ibores y Ortiga en Extremadura, Tierras Altas de Lorca en la Región de Murcia y Campos de Hellín en Castilla-La Mancha ya cuentan con ejemplares liberados y asentados de lince ibérico. Otras zonas de conexión también acogen linces de manera estable, bien a través de liberaciones de ejemplares nacidos en cautividad como a través de asentamientos naturales de ejemplares silvestres, en las provincias de Sevilla, Toledo o en el Parque Nacional de Cabañeros.
Resulta esperable que el número de áreas seleccionadas para realizar la reintroducción se incremente en los próximos meses y años, debido al interés de varias comunidades autónomas por evaluar la idoneidad de la recuperación del lince en sus territorios.