Sistemas de saneamiento y depuración

El saneamiento incluye la evacuación, el tratamiento, la regeneración y la reutilización de las aguas residuales, así como todas las operaciones asociadas a estos procesos, como la construcción, la explotación y el mantenimiento de las estaciones depuradoras, de la red de colectores generales y de los sistemas de evacuación de las aguas regeneradas al medio natural.
El sistema de saneamiento se inicia con la recogida de las aguas residuales provenientes del uso doméstico, comercial, industrial, sanitario o público, a través de la red de alcantarillado que gestiona cada municipio. El alcantarillado municipal conecta con la red de colectores metropolitanos, encargados de transportar las aguas residuales y pluviales a las estaciones depuradoras. La red de colectores es también la principal infraestructura que permite evacuar las aguas pluviales y reducir, así, el riesgo de inundaciones.
El agua se desplaza por los colectores por la fuerza de la gravedad y cuando esta es insuficiente las estaciones de bombeo permiten elevar el agua hasta cotas más altas.
Una estación depuradora de aguas residuales (EDAR) es una instalación en la que el agua sucia y pluvial se somete a un tratamiento para eliminar su carga contaminante y así poder devolverla al medio o reutilizarla.