Ruta Ávila

Mapa describiendo las rutas que hay en Ávila (a continuación se detallan las 6 rutas existentes)

Extracto de la publicación "Comisión de la flora forestal española. Resumen de los trabajos verificados por la misma durante los años de 1867 y 1870"

Madrid: imprenta del colegio nacional de sordo-mudos y de ciegos, calle de San Mateo, núm. 5. 1870

(Se ha respetado en esta transcripción la grafía original de la publicación)

Después de hacer recibido la R.O. de 23 de Setiembre, antes mencionada, segun la cual podia la Comisión volver á ocuparse en los trabajos relativos á la flora forestal, recorrí la parte del valle del Tiétar desde su origen hasta Arenas de S. Pedro y Mombeltran, y cruzando la sierra por el Puerto del Pico, seguí el valle del Alberche hasta volver á San Martin del Valdeiglesias, punto de partida; el ingeniero D. Pedro de Avila no pudo tomar parte en esta excursion por hallarse enfermo.

Primera jornada: de San Martin á Piedralves.

Se dejan primero á la derecha del camino los cerros de Guisando salpicados de pinos negrales (P. pinaster) y á la izquierda varias colinas cubiertas de pinos albares (P. pinea); las dehesas de Navahondilla, del Duque de Frias, etc., que se hallan al paso, están pobladas principalmente de roble (Q. toza), aprovechándose en algunas de ellas la corteza del mismo para casca curtiente, y además se ven castaños, fresnos, sauces, arces, endrinos, jara negra (Cistus ladaniferus), jara estepa (Cist. laurifolius), retama negra (Saroth. vulgaris), retama blanca (Gen. florida), etc., etc. –En la venta del Cojo empieza el hermoso valle del Tiétar; por la derecha lo limitan las sierras que, partiendo de San Martin, y con diversos nombres, segun los de los pueblos á cuyos términos pertenecen, van á enlazarse con la parte mas alta de la sierrade Gredos por el Puerto del Pico: á la izquierda, el horizonte es mas abierto, limitándolo en esta primera parte del valle la sierra del Piélago, perteneciente á la provincia de Toledo. –Bueno será advertir que, orográficamente considerada, la sierra de Gredos empieza en el cerro de Guisando y comprende, marchando hácia el Oeste, las de San Martin, Casillas, Pedro-Bernardo, Colmenar, etc., que realmente forman un todo no interrumpido; pero para las gentes del pais, para los serranos, la verdadera sierra de Gredos empieza en el Puerto del Pico y concluye en el de Tornavacas.- Desde la citada Venta hasta Piedralaves se ven mezclados con frecuencia en las faldas de los cerros los castaños con los pinos, principalmente negrales. En el cerro llamado la Pinosilla, en término ya de Piedralaves, el pinar que lo cubre, presenta un aspecto verdaderamente extraño; los pinos altos, viejos, dominantes, son todos albares (P. pinea), y, por el contrario, los pimpollos son todos negrales (P. pinaster), y, como es natural, las diferencias de forma y de color entre ambas especies se marcan notablemente; en cuanto á la aparente anomalía de que un pinar de pinos albares solo haya pimpollos negrales, tiene una explicación sencilla: á los pinosalbares se les cogen anualmente todas las piñas por ser de piñon comestible, y el repoblado procede de los piñones, alados y no comestibles, de los pinos negrales que pueblan los cerros inmediatos. A los lados del camino, además de las especies leñosas antes citadas, se encuentran: encina, aliso, cornicabra, romero, brusco (Ruscus aculeatus), que aquí recibe tambien el nombre vulgar de carrascas; Cistus salvioefolius; Osyris alba; Frangula vulgaris, llamado aquí, como en la "sierra del Viso," hediondo; torvisco; yedra, revistiendo las cercas de piedra berroqueña; etc. En las inmediaciones de Piedralaves son frecuentes los alcornoques de gran tamaño; en el sitio llamado la Cambronera medí uno de esos árboles: su tronco, á flor de tierra, tenia una circunferencia de 10m, 30, y á la altura del pecho (1m, 50) de 7m; -á tres metros del suelo se dividia el tronco en tres grandes ramas ó brazos, produciendo la copa una cubierta de 22m de diámetro. A ese mismo pueblo pertenece el pinar de Majalcobo, poblado por el pinonegral (P. pinaster), y en su parte mas alta por el pino cascalbo (P. laricioP. hispanica), distinto del anterior, aparte de los caractéres diferenciales de sus flores y frutos, por su tronco mas derecho y mas limpio que en el negral, por su copa menos ramosa y con las ramas mas levantadas, por su corteza (roña) mas lisa y bastante blanquecina, de donde sin duda el nombre vulgar de cascalbo. De esta especie medía tres ejemplares, que dieron el resultado siguiente:

Resultados obtenidos de los 3 ejemplares de esta especie
Ejemplares Circunferencia
Primero 4m (a 1m,50 del suelo)
Segundo 4m,50
Tercero 4m,90
Altura (para los tres) de 20m a 25 m

De lo alto de la sierra de Piedralaves me trajo un leñador una rama de un árbol llamado Cerbellon, y, examinada por mi, ví pertenecía á la especie conocida mas comúnmente con el nombre de Serbal de cazadores, que en ejemplares aislados se halla en varios puntos de la parte alta de las cordilleras de Guadarrama y Gredos.

Segunda jornada: de Piedralaves á Lanzahita.

Las varias dehesas, por donde cruza el camino, están pobladas principalmente de encina, roble (Q. toza), alcornoque, quejigo, fresno y aliso; y el matorral lo forman varias jaras, piruétano, hiniesta, retamablanca (Gen. florida), cornicabra, cantueso, etc., etc.

La sierra de Pedro-Bernardo, que limita esta parte del valle por el Norte, está poblada en varios trozos de sus faldas y flancos por el pino negral, que cubre igualmente hasta la cumbre la Abandera de Lanzahita, gran montaña que domina al pueblo de ese nombre.

Tercera jornada: de Lanzahita á Mombeltran.

La vegetación leñosa se presenta aqui ya mas variada que en la parte alta del valle; á las especies antes citadas hay que añadir las siguientes: durillo, labiérnago, avellano, brezo (Calluna vulgaris), lleno en octubre de flores encarnadas, madroño, Cistus populifolius, Dorycium pentaphyllum, Sarothamnus eriocarpus, y, cerca ya de Mombeltran, algunos ejemplares de Pinus sylvestris, llamado aqui pino albar; en las cercanías de Arenas abundan el castaño y el olivo, y las viñas se cultivan formando altas las cepas, sostenidas por tutores llamados jarpas. En los huertos de Mombeltran se ven algunos naranjos y limoneros al aire libre. Cerca de esa poblacion, junto á la ermita de la Soledad, medí un olmo, cuya cepa, algo descubierta, tenia 15m de circunferencia, y el tronco (á 1m, 50 del suelo) 6m, 56. A pesar de sus dimensiones y de su edad, que no bajará de tres siglos, se encuentra sano, al menos aparentemente.

Cuarta jornada: de Mombeltran á Hoyoquesero.

A la izquierda del camino, subiendo al Puerto del Pico, se ven, mas arriba de Cuevas del Valle, algunos pinos silvestres llamados allí pinos serranos; fuera de esos, los pinares son de pino negral. El monte bajo va perdiendo poco á poco su variedad, quedando por último reducido á las matas de piorno (Saroth. purgans) y pocas mas. Y ¡qué diferencia tan notable entre las vertientes de la sierra al Sur y al Norte, vistas desde lo alto del puerto! ¡Qué contraste tan marcado entre el aspecto risueño y la vegetación casi andaluza de los alrededores de Arenas y Mombeltran por una parte, y por otra los cerros desnudos y los frios barrancos que bajan al Alberche! En esta jornada, sin embargo, el dasónomo y el botánico encuentran enseñanza y entretenimiento para sus estudios en el pinar de Hoyoquesero. Puéblalo el pino silvestre, formando rodales de buena espesura y regular crecimiento, comprendidos en su mayor parte, en las primeras clases de edad; los claros están cubiertos de matas de rebollo (Q. toza), y de arbustos y arbolillos de especies variadas y curiosas, entre ellas la Rosa pomifera, Viburnum opulus, V. Lantana; un Rubus (sp. nov.) etc., etc.

Quinta jornada: de Hoyoquesero al Tiemblo

Siguiendo el Alberche, fuimos de Hoyoquesero á Navalosa, pueblecillo cuyo nombre parecerá propio y adecuado á la situación del mismo á todo aquel que examine las grandes losas y los enormes cantos de granito, que se hallan, no solo en los alrededores, sino hasta dentro de las calles de la poblacion. El valle del Alberche es aquí triste y estrecho, y su vegetación leñosa poco variada, siendo las jaras (Cist. laurifolius et ladaniferus) las especies dominantes. De Navalosa nos dirigimos á Navatalgordo, de este al Burgo, y del Burgo á Navaluenga; desde aquí hasta el puente de Burguillos, por donde cruzamos el Alberche, el valle va mejorando en aspecto y en vegetación; abundan los pinos negrales; se presenta formando rodales, y en ejemplares de buen desarrollo, el enebro (Junip. oxycedrus), y se ven además encinas, robles (Q. toza), endrinos, jaras, hiniestas, romero, torvisco, mejorana; etc., en los pinos no son raras las matas parásitas de muerdago (Visc. laxum).- Un fuerte temporal de lluvia me obligó á dejar el Tiemblo y volver á S. Martin de Valdeiglesias. A los lados del camino se ven ejemplares del Acer monspessulanum, Osyris alba, Brusco, Lúpulo; etc., mas arriba del Tiemblo, en los cerros de Guisando y Casillas, abundan los pinos negrales, y en los llanos y colinas, cerca de S. Martin, los pinos albares ó piñoneros.

Reunida de nuevo en Villaviciosa la Comision, ésta se ocupó durante los meses de Noviembre, Diciembre y Enero, en arreglar, ordenar y clasificar los objetos recogidos en sus excursiones.