Las proyecciones sobre el calentamiento climático incluyen un incremento de las precipitaciones y temperaturas más elevadas en el aire y en el suelo. Es por ello que las montañas europeas están experimentando un incremento de la actividad de laderas con efectos negativos sobre las actividades humanas. El estudio de los procesos de ladera y los vinculados a la existencia del manto nival y del hielo en el suelo se ha convertido en los últimos años en uno de los temas clave dentro de los estudios sobre los cambios climáticos pasados y presentes en Europa.
La sensibilidad al cambio climático de las laderas de montaña puede ser utilizada para reconstruir climas pasados e implementar los modelos predictivos sobre cambio climático. Para ello, es necesario obtener registros lo más fiables posible, que nos aporten información sobre cambios en los sistemas morfogenéticos de laderas inducidos por los cambios climáticos. Este trabajo se inscribió en la línea de investigación de la red UE - CRYOSLOPE, aprobado por la European Science Foundation (ESF) en septiembre de 2006 y promovido desde la International Permafrost Association (IPA). Esta red tiene como objetivo coordinar y promocionar redes de monitorización, la comprensión de la evolución de las laderas de montaña, su respuesta a los cambios climáticos y favorecer el desarrollo de nuevas aplicaciones (sensores remotos, geofísica, control de cambios, monitorización ambiental, etc.).
Como excepción en toda la Cordillera Cantábrica, en el Parque Nacional de los Picos de Europa se presentan de modo claro restos glaciomorfológicos heredados de fluctuaciones climáticas históricas, como el recrudecimiento climático asociado a la Pequeña Edad del Hielo, lo que demuestra su sensibilidad a los cambios naturales y posibilita el estudio de los cambios recientes y por venir. Constituyen un ámbito importante para la aportación de nuevos datos integrables en el conocimiento peninsular, europeo y global como modelo de montañas atlánticas, muy poco conocidas y de gran interés.