III Jornadas de Educación Ambiental

Grupo de Trabajo: Interpretación Ambiental

Pamplona, 10-12 de diciembre de 1998

 

PRESENTACIÓN: CONTENIDOS DEL GRUPO DE TRABAJO

(Francisco J. Guerra Rosado. Servicios de Educación y Estudios Ambientales, S.L. - SEEDA)

  • Breve reflexión acerca de los destinatarios de la Interpretación Ambiental o del Patrimonio (IP)
  • Análisis de la situación actual de la Interpretación del Patrimonio en el Estado Español y estrategias para su impulso y desarrollo
  • El técnico en interpretación. Reflexiones en torno a la figura de un profesional
  • Los centros de visitantes (antes conocidos como centros de interpretación): utilidad didáctica para la enseñanza formal, y utilidad interpretativa (recreativa, inspiradora) para el público general
  • Si apenas existen procesos de planificación interpretativa ¿de dónde surgen los programas de interpretación y cómo se planifican los medios interpretativos?
  • ¿Se asume la Interpretación del Patrimonio como una herramienta de gestión en Espacios Naturales Protegidos y otros lugares de interés patrimonial?


ALGUNAS CONSIDERACIONES PREVIAS AL DEBATE

Hace ya casi veinte años que empezó a hablarse en España de Interpretación Ambiental. Desde entonces, se han desarrollado en nuestro país diferentes eventos que han tenido a esta disciplina como protagonista: el Cuarto Congreso Internacional sobre Interpretación del Patrimonio, organizado por HII (Heritage Interpretation Internacional) y celebrado en Barcelona en 1995; numerosos cursos y procesos formativos, entre los que destacan los del Aula de Verano del CENEAM, de Educación e Interpretación Ambiental, durante los años 1993 a 1997, o el curso de postgrado que está preparando la Universidad de las Islas Baleares para ser impartido a distancia; la creación de una Asociación para la Interpretación del Patrimonio (AIP-España), de carácter nacional y todavía en gestación; la aparición, hace poco más de un mes, de la primera obra específica sobre interpretación que se edita en este país, etc.

A pesar de todo lo expuesto, resulta curioso –incluso chocante– comprobar cómo cada vez que tiene lugar un debate sobre los cualquiera de los diferentes aspectos de la disciplina surgen dudas y discusiones –en demasiados casos, bizantinas– respecto a su misma esencia de ser, sus destinatarios, sus medios, etc. Y todo ello probablemente se deba a que, por muy diferentes razones, se ha asumido el uso de palabra (centros de interpretación, itinerarios interpretativos, etc., forman parte del paisaje habitual de los espacios naturales protegidos) olvidando por completo no sólo el verdadero significado del concepto sino, sobre todo, su filosofía y sus principios. Es prácticamente seguro que esta situación se halla, además, reforzada por la escasez de textos en castellano, que permitirían un acercamiento más real a la interpretación y a cada una de sus especialidades.

Por todas estas razones, quizá sea el momento de continuar esta reflexión presentando una definición de Interpretación Ambiental –desde ahora, Interpretación del Patrimonio (IP)– como la que aporta la asociación antes mencionada: “La interpretación del patrimonio es el arte de revelar in situ el significado del legado natural, cultural o histórico, al público que visita esos lugares en su tiempo de ocio”.

Otro asunto sobre el que sin duda merece también la pena tratar, aunque sea muy brevemente, es acerca de los destinatarios de la IP, ya que es éste uno de los puntos que generan mayor discusión. Lo queramos o no, el destinatario de la interpretación está constituido exclusivamente –y por definición– por el público general: una audiencia no cautiva que no está sujeta a ningún tipo de obligación cuando se enfrenta a una bien natural o cultural, y cuya única expectativa de provecho es de carácter espiritual o estético, sin que exista ningún tipo de incentivo extraordinario: aprobar exámenes, recibir algún punto por un trabajo excelente... No es, por tanto, el caso de, por ejemplo, los grupos escolares que acuden a visitar un espacio protegido, acompañados habitualmente de su profesor, y cuyo objetivo principal es conocer el espacio. Si bien es cierto que pueden emplearse técnicas interpretativas en el tratamiento de éste y otros colectivos, la realidad es que los objetivos de dichos programas, así como las actividades a ellos destinadas no pueden llamarse verdaderamente interpretación. La interpretación busca despertar la curiosidad por encima de satisfacerla y es este pequeño detalle, y otros muchos como él, el que marca la diferencia sustancial entre lo interpretativo y lo estrictamente educativo.

De interés podría también ser la reflexión acerca de si la Interpretación del Patrimonio es siempre Educación Ambiental (EA). Las razones que mueven a este debate se basan en mis intentos, como coordinador de este grupo de trabajo, por contactar con experiencias de carácter interpretativo desarrolladas en lugares de interés histórico o cultural. La respuesta, en varios casos, ha sido que se trataba de actividades relacionadas exclusivamente con la divulgación del patrimonio o el turismo, y que poco o nada tenían que ver con la educación ambiental. La única razón que puede conducir a ello es la falta de una visión holística del concepto de medio ambiente, asociándolo exclusivamente a los valores naturales y dejando de lado los sociales o culturales. La interpretación constituye una herramienta de comunicación que intenta revelar al público los valores de un sitio en concreto, y cuyo fin último es la conservación, independientemente de la forma patrimonial de la que se trate, por lo que quizá pudiera concluirse que se trata de EA en todos los casos.

Todo lo expuesto hasta ahora obliga de alguna manera a realizar un análisis, más o menos profundo, del estado actual de la Interpretación del Patrimonio en el Estado Español, intentando detectar las razones de su escaso desarrollo y diseñando las estrategias que se consideren más efectivas para impulsar esa disciplina. Entre ellas podrían incluirse:

  • reconocimiento oficial de la figura del técnico en interpretación
  • fomento del asociacionismo en guías intérpretes y otros profesionales de la interpretación
  • traducción y publicación de textos de interés
  • puesta en marcha de cursos universitarios y de reciclado de personal adscrito a ENP y otros lugares de interés patrimonial

Otro aspecto de suma importancia es aquel que hace referencia a la figura de un profesional, el técnico en interpretación, infravalorado en la mayoría de las situaciones. En muchos casos, el proceder o residir en un lugar concreto y conocer las especies o la historia de dicho lugar parecen capacitar a una persona para actuar como guía o definirse a sí mismo como “guía intérprete” y, salvo en algunos casos contados, nada más lejos de la realidad. En otros casos se recurre a voluntarios para ejercer las funciones del guía o para diseñar e implementar medios interpretativos. Esta situación no sólo afecta a la calidad del servicio y a la experiencia del visitante, sino que incluso puede tener efectos negativos sobre el lugar que pretende conservarse. El profesional de la interpretación es, ante todo, eso: un profesional; alguien que conoce tanto al público como su recurso y, además, es un experto en comunicación. La reflexión en torno a su reconocimiento profesional y a otros aspectos como su formación y reciclaje son de vital importancia para el desarrollo efectivo de la Interpretación en España.

Los centros de visitantes (antes conocidos como centros de interpretación) poseen sin duda una utilidad didáctica para la enseñanza formal y una utilidad interpretativa (recreativa, inspiradora) para el público general. Estos centros son, en general, adecuados para concentrar al público, servir de transición psicológica entre su mundo cotidiano y el lugar que se visita, brindarle una información básica, contener una serie de servicios de diferente índole, etc. Sin embargo, no constituyen en ningún caso, frente a lo que parece la visión más común, la forma ideal de realizar interpretación; ésta debe ser desarrollada in situ, en presencia de aquello que es interpretado, excepto cuando exista algún tipo de riesgo para el recurso o los visitantes; todo lo demás son formas vicarias de interpretación que, a pesar de su mejor intención, jamás podrán asemejarse a la relación real, de primera mano, entre el visitante y el rasgo interpretativo. Además, es la naturaleza de la información y no el tipo de edificio lo que convierte a unas instalaciones en centro de interpretación o no. En todo caso, parece más conveniente denominarlos como centros de visitantes.

Algo que casi coincide con la declaración de un determinado lugar como espacio protegido es la construcción e instalación de determinados equipamientos “interpretativos”, sobre todo los ya mencionados centros de visitantes y los itinerarios autoguiados. Y si apenas existen procesos de planificación interpretativa en nuestro país ¿de dónde surgen los programas de interpretación y cómo se planifican los medios interpretativos? Hoy por hoy, esta pregunta parece carecer de respuesta. Además de planificar la interpretación (para atender al público general), es necesario, también, planificar la didáctica (para grupos de la enseñanza formal) y, al menos, los servicios de información (para todos los usuarios). Y, por último, es necesario contar con técnicos especialistas en interpretación, capaces de llevar a cabo procesos de planificación interpretativa. para lo que hace falta formación y una documentación especializada en lengua castellana.

Por último, otro asunto de interés a tratar es el papel de la Interpretación del Patrimonio como una herramienta de gestión en Espacios Naturales Protegidos y otros lugares de interés patrimonial. Tradicionalmente se ha reconocido la importancia de esta disciplina como vehículo de comunicación entre los valores de un lugar y el público visitante de dicho espacio.

Sin embargo, a menudo se olvida que la IP puede contribuir a una gestión adecuada del recurso, fundamentalmente en dos aspectos: primero, concienciando al visitante para que adopte un comportamiento acorde con el sitio y, en segundo lugar, utilizando la atracción de los servicios interpretativos para influir en la distribución espacial del público, de tal forma que la presión ocurra en zonas que puedan soportarla (desviando la atención de zonas frágiles, dispersando el flujo de visitas, concentrando al público en zonas de uso intensivo, etc.). Además, contribuye a dar a conocer los fines y las políticas de gestión que realiza la entidad responsable de un espacio en concreto. De este modo, y sin que se convierta en mera propaganda, la interpretación puede transmitir un mensaje institucional, logrando que el público comprenda la función de un organismo (público o privado) y que colabore con su apoyo para la consecución de sus fines y objetivos.

 

ESTUDIOS DE CASO QUE SERVIRÁN DE APOYO AL GRUPO DE TRABAJO

A fin de contar, en el grupo de trabajo, con elementos que sirvan de base para generar el debate acerca de algunos de los aspectos fundamentales de la Interpretación del Patrimonio se han seleccionado dos casos que pretenden ilustrar, respectivamente, tanto los procesos de planificación interpretativa como los de diseño e implementación de medios interpretativos. Dichas experiencias son las que a continuación se detallan:

  • Caso 1: Tres experiencias de planificación interpretativa
    por Jorge Morales Miranda
    Esta exposición pretende ilustrar, de forma paralela, tres experiencias de planificación interpretativa realizadas en tres espacios con características muy diferentes:
    A. Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja, en Cantabria
    B. Futuro Parque Natural del Prat de Llobregat, en Barcelona
    C. Municipio de Algeciras, en Cádiz
    En los tres casos, los objetivos de trabajo fueron los siguientes:
    - Contribuir a la satisfacción de las necesidades de conocimiento y de recreación del destinatario (visitante o habitante local).
    - Contribuir a la protección de los recursos, merced a la concienciación y el aprecio ciudadano.
    - Comunicar los valores naturales y culturales del lugar de forma interesante y efectiva.
    - Racionalizar los esfuerzos de actuación en materia de intervención interpretativa.
    En las tres experiencias, los destinatarios del esfuerzo interpretativo fueron el público general en su condición de “visitantes”, sean habitantes locales o foráneos. Es decir, se planificó para revelar el significado del lugar a los que visitan, pasean o se encuentran en los sitios de forma casual.
  • Caso 2: La Senda de la Naturaleza de Fuentes Blancas (Burgos)
    por Miguel Ángel Pinto Cebrián
    La Senda de la Naturaleza de Fuentes Blancas se localiza en el área periurbana de la ciudad de Burgos, en uno de los extremos del parque del mismo nombre. Se trata de un itinerario guiado preparado para realizar Interpretación Ambiental o del Patrimonio. Por lo tanto, tanto la planificación como el diseño del recorrido se ha efectuado teniendo en cuenta este aspecto.
    El objetivo fundamental de este equipamiento es motivar y despertar el interés hacia el Medio Natural en cualquier persona, toda vez que se favorece el conocimiento sobre la flora y la fauna del lugar; se facilita información general sobre temas ambientales; se desarrollan formas de comunicación que sirvan para motivar a los visitantes y generar conductas que contribuyan a la conservación del entorno; y se apoyan los programas de Educación Ambiental del Sistema Educativo y otros colectivos.


CONCLUSIONES

En cuanto al profesional de la Interpretación:

  • Las personas dedicadas a la Interpretación Ambiental (o del Patrimonio) proceden de muy diferentes ámbitos académicos y profesionales.
  • No existen cauces en la actualidad que permitan una formación homologada a nivel de todo el Estado.
  • Existen dos ámbitos de actuación en los técnicos en Interpretación: planificación y diseño de equipamientos y programas y atención directa al público (independientemente de cómo se le denomine a esa tarea).
  • Se reconoce la existencia de un ámbito profesional (praxis) y un ámbito disciplinar (el acerbo teórico existente).
  • Se reconoce la ausencia casi total de textos en cualquiera de las lenguas oficiales del estado español y, en consecuencia, se recomienda la traducción y adaptación de textos existentes en otros idiomas.
  • Se recomienda fomentar el asociacionismo como vehículo de intercambio de experiencias, reivindicación de derechos laborales y el reconocimiento de la profesión.
  • Es necesario que la administración reconozca la figura del técnico en Interpretación para lo que sería necesario definir dicha figura. .
  • Aun reconociendo la importancia de la utilización de personal como el mejor vehículo para la transmisión del mensaje interpretativo, lamentablemente se constata la tendencia del empleo de medios autoguiados o no atendidos por personal.
  • El voluntariado no regulado correctamente puede interferir en el desarrollo y reconocimiento de la profesión.

En cuanto a los centros de visitantes:

  • Los centros de visitantes (o centros de acogida de visitantes) se consideran de utilidad siempre que cumplan unas funciones concretas y su implementación surja de un proceso analítico de planificación interpretativa.
  • Sin embargo, hasta ahora parece detectarse la existencia de un mismo patrón (repetitivo) en el que abunda la mera información con un tratamiento poco apto para el destinatario de la Interpretación.
  • Además, estos centros de visitantes son el destino de la mayoría de los grupos procedentes del sistema educativo, lo que interfiere negativamente en la calidad de la visita de otros tipos de público.
  • Se considera que las funciones que los centros de visitantes deberían asumir son:
    - Información
    - Actividades de carácter didáctico (para escolares)
    - Interpretación, concebida como un estímulo hacia el contacto directo con el recurso.
    También podría servir como punto de partida de la visita o, tras ésta, como punto de síntesis de la experiencia.
  • Deben ser concebidos como una herramienta de apoyo al proceso de interpretación (no indispensable) y no constituir el único fin de la visita al lugar.
  • Deben dotarse con personal suficiente y cualificado para atender sus diferentes funciones.
  • Se recomienda la sustitución del binomio “Centro de Interpretación” por “Centro de visitantes” o similar.

En cuanto a los procesos de planificación interpretativa:

  • Aun existiendo una metodología para la planificación interpretativa ésta no se aplica por desconocimiento, lo que se constata por los escasos ejemplos en esta línea.
  • A la hora de elaborar los Planes Rectores de Uso y Gestión en Espacios Naturales Protegidos (o documentos similares para otras figuras de protección) debería realizarse la planificación del Uso Público en general y, además, contemplarse la de la Interpretación en particular.
  • En cuanto a los medios interpretativos, la realidad es que, hoy por hoy, la implementación de programas y equipos para la Interpretación del Patrimonio se realiza de forma poco profesional, recurriéndose por lo general a la visión de que “mejor que haya algo, aunque no sea adecuado, a que no haya nada”.

En cuanto a la Interpretación del Patrimonio como instrumento de gestión:

  • A pesar de su valor como herramienta de gestión, la Interpretación del Patrimonio no se acaba de asumir como tal, considerándose un mero instrumento de comunicación.
  • El grupo de trabajo considera a la Interpretación se considera una herramienta fundamental para hacer comprender a locales y visitantes determinadas políticas restrictivas en determinados espacios.
  • Se considera absolutamente necesario que por parte de los organismos responsables se asuma la Interpretación en su correcto significado, como un ámbito más en la gestión de Espacios Protegidos y otros lugares de interés patrimonial.

Por último, y con carácter general se considera que:

  • Hubiera sido interesante contar para las III Jornadas de Educación Ambiental con algún documento de diagnóstico del estado actual de la Interpretación del Patrimonio en el Estado Español.
  • Hubiera sido fundamental contar con algo más de tiempo para la desarrollo del grupo de trabajo.

 

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