Naciones Unidas declara 2015 Año Internacional de los Suelos

2015 Año Internacional de los Suelos

Diciembre 2015

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha sido encargada de implementar el Año Internacional de los Suelos 2015 (AIS) en el marco de la Alianza Mundial por el Suelo y en colaboración con los gobiernos y la secretaría de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD).

Los suelos sanos no solo constituyen la base para los alimentos, combustibles, fibras y productos médicos, sino que también son esenciales para nuestros ecosistemas, desempañando un papel fundamental en el ciclo del carbono, almacenando y filtrando el agua, y mejorando la resiliencia ante inundaciones y sequías.

La FAO estima que un tercio de todos los suelos se degradan debido a la erosión, compactación, obturación, salinización, agotamiento de la materia orgánica y los nutrientes, acidificación, contaminación y otros procesos causados por prácticas insostenibles de gestión del suelo. A no ser que se adopten nuevos enfoques, la superficie mundial de tierra cultivable y productiva por persona equivaldrá en 2050 a solo una cuarta parte del nivel de 1960.

Un centímetro de suelo puede tardar hasta 1000 años en formarse, y con un 33 por ciento de todos los recursos mundiales de suelos degradados y la creciente presión humana, se están alcanzando unos niveles críticos que hacen que su correcta gestión sea un asunto urgente. Por ello es necesario aumentar la inversión en su gestión sostenible, que además resultaría más barato que su restauración y que es imprescindible para lograr la seguridad alimentaria y la nutrición, la adaptación y la mitigación del cambio climático y el desarrollo sostenible en general.

Al menos una cuarta parte de la biodiversidad mundial habita bajo tierra, donde, por ejemplo, la lombriz de tierra es un gigante al lado de pequeños organismos como bacterias y hongos. Estos organismos -incluidas las raíces de las plantas- actúan como los agentes principales que impulsan el reciclaje de nutrientes y ayudan a las plantas mejorando la ingesta de estos, contribuyendo a su vez a la biodiversidad por encima del nivel del suelo.

Una mejor gestión puede asegurar que estos organismos aumenten la capacidad del suelo para absorber carbono y mitigar la desertificación, de forma que incluso pueda capturarse más carbono, ayudando a compensar las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura.

La FAO ha implementado más de 120 proyectos relacionados con el suelo en todo el mundo y ha elaborado, junto a la UNESCO, el Mapa Mundial de Suelos.

Actualmente, los datos sobre los suelos suelen estar obsoletos, de alcance limitado y fragmentados. Una de las prioridades de la FAO consiste en establecer un sistema mundial de información sobre los suelos que, proporcionando datos e información fiables, pueda ayudar en la toma de decisiones relacionadas con la gestión de suelos. 

Información y fuente:  Año Internacional de los Suelos 2015 (AIS)

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