Vivir sin plásticos

Vivir sin plásticos

Abril 2015

Este mes, el blog del programa Hogares Verdes vuelve a llamar la atención sobre los problemas que el plástico está causando al planeta, y recoge diversas iniciativas y alternativas para que esté menos presente en nuestra vida.

La creciente preocupación social por los efectos de los plásticos sobre nuestra salud y sobre el medio ambiente y el creciente interés por evitar -en la medida de lo posible- los productos plásticos, ha llevado a tres jóvenes emprendedores a abrir recientemente una tienda on-line en la que se ofertan más de 450 productos sin plástico: utensilios de cocina (ollas y sartenes, vajilla, fuentes y moldes…), productos de higiene personal (peines y cepillos, útiles para el afeitado, cósméticos…), productos para bebés (chupetes, biberones, mordedores, juguetes…) y productos para el hogar (productos de limpieza, productos para el cuidado de la ropa o el calzado…).

Un interés al que se están sumando autoridades públicas de diversos países. Algunos ejemplos son éstos: 

¿Es posible vivir con menos plástico?

Hace 50 años cada español consumía al año unos 300 gramos de este material. Ahora son 115 kilos. Renunciar de forma absoluta a los plásticos se nos hace una misión casi imposible, pero lo cierto es que contamos con alternativas, y reducir de forma sustancial su consumo sin marcharse a una isla desierta sí es posible. La prueba son estas recomendaciones de Alex Fernández Muerza en su artículo Ocho consejos para vivir con menos plástico publicado en Consumer-Eroski:

  1. Concienciar(se) por el impacto del plástico. Concienciarse y concienciar a los demás sobre las consecuencias negativas del uso excesivo del plástico es el primer paso para tomar una actitud activa. Al utilizarlos de forma masiva se contribuye a graves impactos para el medio ambiente o la salud: cambio climático, saturación de vertederos, contaminación, en especial en los ecosistemas marinos, donde mueren millones de seres vivos, diversas enfermedades causadas por algunos de tipo tóxico, etc.
  2. Evitar los plásticos comunes más nocivos. En el mercado se pueden encontrar multitud de productos y materiales plásticos, como demuestran los símbolos para identificarlos del 1 al 7 rodeados de tres flechas formando un triángulo. De entre todos ellos conviene evitar los que peores consecuencias tienen para el medio ambiente y la salud: el cloruro de polivinilo (PVC # 3), el poliestireno (PS # 6) y el policarbonato (Otros # 7).
  3. Rechazar las bolsas de plástico de usar y tirar. El impacto ambiental de las bolsas de plástico de usar y tirar es enorme. Su vida útil es de unos 12 minutos, pero pueden tardar siglos en degradarse. La gran mayoría acaba desechada sin control, contaminando desde las ciudades a los ecosistemas naturales.
  4. No tomar agua embotellada. El consumo de agua embotellada ha crecido de manera espectacular en los últimos años, provocando diversos impactos ambientales y un gasto innecesario en un país como España, donde el suministro público proporciona agua potable de calidad. Podemos usar botellas reutilizables de diversos materiales, como vidrio o acero inoxidable, o pedir en los establecimientos de hostelería un vaso o una jarra de agua del grifo junto a la consumición.
  5. Utilizar productos de otros materiales. Antes del plástico todos los productos de uso común se hacían de otros materiales. Ahora, también: vasos, tarteras, botellas, utensilios de cocina, cubiertos y un largo etcétera se pueden encontrar hechos en metal, madera u otros materiales capaces de darles una mayor vida útil y un menor impacto ambiental.
  6. Comprar a granel y huir del excesivo empaquetado. La fruta ya tiene su piel como protector natural. ¿Es imprescindible comprar una manzana forrada en film transparente y con una bandeja de plástico? Para evitar este sobre envasado, y de paso ahorrar dinero, los ciudadanos pueden comprar a granel todo tipo de productos.
  7. Reutilizar los productos plásticos. Los productos plásticos más duraderos pueden reutilizarse para ampliar así su vida útil lo máximo posible. Cuidarlos, repararlos en caso de que se estropeen o cambiar alguna de sus partes para que estén operativos, regalarlos a amigos y familiares, si no se usarán más, o donarlos, venderlos o adquirirlos en alguna red de intercambio y compraventa de economía colaborativa son algunas posibilidades.
  8. Adquirir productos sin plástico. Algunos productos alternativos son fáciles de encontrar, pero otros no tanto. Pero, como hemos visto, ya existen tiendas en internet donde se venden cientos de productos sin plástico.

Fuente:  Blog Hogares Verdes

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