VI Congreso Nacional de Medio Ambiente

Madrid, 25 - 29 de noviembre de 2002

CONCLUSIONES DEL GRUPO DE TRABAJO "RETOS Y DIFICULTADES EN LA IMPLANTACIÓN DE LAS AGENDAS 21 LOCALES"

Reflexiones generales

  • La Agenda 21 es un programa dinámico y flexible que cada ciudad o población debe definir a partir de un marco general (Carta de Aalborg) y desarrollarlo adaptándose a sus peculiaridades, ya que se parte de realidades diversas.
  • Las declaraciones políticas incorporan la sostenibilidad como un elemento de imagen, en la mayor parte de los casos conocidos no existe realmente una política de sostenibilidad que marque todas las políticas municipales, sino que suelen coexistir políticas en evidente contradicción con los principios de sostenibilidad.
  • El objetivo de las Agendas 21 debe ser la entidad local como un todo orgánico, se trata de lograr un equilibrio dinámico entre todos los factores que intervienen en el proceso de desarrollo.
  • Se debe avanzar en la aplicación de nuevos instrumentos de diagnóstico y revisión continua, además de los ya tradicionales sistemas de indicadores de sostenibilidad que están demostrando ser insuficientes por sí mismos. Además se debería avanzar en la utilización de herramientas ya existentes como las evaluaciones de impacto ambiental, las auditorías, los sistemas de gestión ambiental, etc, adaptándolos y enfocándolos hacia la sostenibilidad.
  • Resulta necesario diseñar y poner en marcha estrategias educativas por la sostenibilidad que incluyan la información, sensibilización, formación y educación dirigidas a todos los sectores de la población y al mayor número de colectivos, así como buscar nuevas formas de comunicar, educar y formar, implicando a profesionales de diversos ámbitos y aprovechando el poder actual de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías.

Según el estudio "Estado del arte de las Agendas 21 en España 1992-2002" …

  • La mayoría de las propuestas de diseño e implantación de las Agendas 21 en las ciudades españolas siguen el modelo de la carta de Aalborg (619 ciudades españolas se han adherido hasta la fecha a la Campaña de Ciudades y Poblaciones Sostenibles).
  • La mayor parte de los municipios españoles han desarrollado sus agendas 21, siguiendo un método de trabajo deductivo, de modo que a partir de un análisis detallado de la realidad municipal (diagnóstico) han deducido los planes de acción necesarios para mejorar la calidad del entorno. Así, lo sustantivo de este instrumento de política municipal ha sido el proceso, el método para identificar las realidades y deducir las acciones, y no tanto el contenido de las acciones, que en cada caso puede y debe ser distinto, para poder recoger las características de cada territorio. La validez del proceso, por su parte, la da el reconocimiento ciudadano que se deriva de la corrección y la intensidad de los procesos de participación.
  • La dimensión del municipio puede ser una dificultad añadida al proceso de Agenda 21, ya que las poblaciones pequeñas no pueden, en buena medida, autoabastecerse de su propio territorio. Pareciendo que la dimensión adecuada se encuentra en las poblaciones de 500.000 habitantes, puesto que las ciudades mucho más grandes están sujetas a flujos complejos que complican enormemente la efectividad de su regulación interna.
  • Los ayuntamientos se reconocen como los principales impulsores de la puesta en marcha de las agendas 21, si bien es cierto que la gran mayoría no han tomado la iniciativa en solitario, sino que han contado con el apoyo de otras administraciones públicas, fundamentalmente gobiernos autonómicos, diputaciones provinciales y mancomunidades de municipios, o de entidades privadas.

Principales retos/dificultades detectados

  • Gran parte de los procesos de Agenda 21 presentan un claro sesgo hacia los aspectos ambientales de la sostenibilidad. Debe afrontarse el hecho de que la sostenibilidad no es sólo "medio ambiente", con la creación de trabajos y labores interdisciplinares serios, ya sea mediante la constitución de equipos interdisciplinares, la llamada concertación intradministrativa, creación de concejalías horizontales, u otros ejemplos.
  • La integración de los principios de sostenibilidad en todas las políticas municipales requiere un liderazgo fuerte al máximo nivel (Alcaldía) e interés político para afrontar los cambios y compromisos necesarios.
  • En los procesos de Agendas 21 es preciso pasar de la verbalización del discurso sobre la sostenibilidad al compromiso y las realizaciones, por lo que hay que buscar en los Ayuntamientos la aprobación de Programas o Planes, mejor si están temporalizados y cuantificados, mediante acuerdos municipales plenarios y con el mayor consenso posible. Ello podrá garantizar las actuaciones para el desarrollo sostenible a corto plazo, pero también a medio y largo plazo.
  • Las decisiones políticas deberían plasmarse, para ser eficaces, en cambios estructurales que puedan identificarse con cambios en la organización municipal. Para ello es aconsejable, en la medida de las posibilidades y recursos de cada ayuntamiento, la intervención de equipos interdisciplinares y la coordinación técnica intramunicipal, al tratarse de un proyecto de implicación horizontal que atañe a toda la estructura municipal.
  • Se observa todavía una débil tradición participativa en el ámbito municipal y también limitada tradición de responsabilidad colectiva en relación con el espacio público, recayendo generalmente dicha responsabilidad sobre las administraciones públicas. Esto convierte al Plan de Participación en el punto más problemático de la Agenda.
  • Los cauces institucionales de participación existentes y su aprovechamiento deben constituir la base mínima de participación ciudadana en las políticas de desarrollo sostenible. En caso de no existir, deben crearse estos cauces.
  • Para su efectividad real, convendría implementar políticas inmediatas resultantes de las propuestas de los ciudadanos. La sociedad percibiría con claridad la utilidad de su colaboración.
  • La autogestión a nivel local y la correspondiente financiación continúa siendo una demanda insatisfecha de las autoridades locales, condición inexcusable para afrontar con éxito procesos de sostenibilidad.
  • El uso del suelo está presente de forma más o menos explícita en casi todos los problemas del medio ambiente urbano, que van desde la falta de viviendas a precios módicos hasta la congestión y contaminación del tráfico, pasando por la escasez de zonas verdes y de los centros urbanos deteriorados. El fin de la planificación urbana es regular en interés público el uso del suelo. La nueva preocupación por el desarrollo sostenible exige tener en cuenta los factores de sostenibilidad económicos, sociales y ambientales del uso del suelo.

RELATORES

José Luis Cámara Palacios.
Egmasa. Junta de AndalucíaCarlos Gónzalez López. Servicio de Medio Ambiente.
Diputación de BarcelonaAne Itziar Velasco Lafuente.
Centro de Estudios Ambientales. Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz

COORDINADOR

Alejandra Plass.
Colegio Oficial de Físicos

 

Más información:

http://www.conama.es/viconama/gt/gt24.htm

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