25 Preguntas sobre el cambio climático

Fotografía de un paisaje montañoso

Autor: Federico Velásquez de Castro

Edita: Ediciones Libertarias. 2005

Idioma: Español

Formato: Papel

El autor realiza un notable esfuerzo por sintetizar en 25 respuestas a otras tantas preguntas las claves para entender la problemática del cambio climático. Aunque en algún momento el lector científicamente lego puede sentirse abrumado porun exceso de datos e, incluso, se puede entender que alguna pregunta sea prescindible –por ejemplo, la relacionada con el“efecto invernadero en otros planetas” (pp. 31 a 34)-, el resultado global es equilibrado, combinando el rigor y la pertinencia científica de la información aportada con un formato didáctico con muchas posibilidades desde el punto de vista de la comunicación y la educación ambiental. Las preguntas que estructuran la obra se pueden organizar en cuatro grandes bloques: el primero (pregunta 1 a 7) introduce los aspectos científicos básicos para entender el clima terrestre y su evolución; el segundo, preguntas 8 a 10, se centra en el cambio climático que la ciencia atribuye en el presente a la interferencia humana; el tercero, preguntas de la 12 a la 21, se ocupa de las consecuencias de este cambio climático; y el cuarto, preguntas de la 22 a la 25, indaga en las estrategias de respuesta y en las dificultades para que puedan ser efectivas. La obra se completa con cinco anexos que abordan contenidos complementarios, un glosario, una bibliografía específica y una breve selección de direcciones postales y electrónicas de organismos e instituciones ligadas con este tema.

“No deberíamos quedarnos con los brazos cruzados frente a un problema con estas dimensiones, pensando que es sólo tarea de los gobiernos u otros poderes el reducirlo. Cuando se estudia la problemática ambiental, tras tratar los principales impactos, e insistir en su importancia, se termina siempre con un claro mensaje positivo: la mayor parte de los problemas ambientales actuales son solucionables. Si esto no fuera así, no tendría sentido ni escribir libros como éste, ni buena parte de las actuaciones ambientales más conocidas. Lógicamente, nadie puede hacer que una especie desaparecida retorne, pero el cambio climático se puede detener, la capa de ozono restaurar, la contaminación evitarse. Hay, por tanto, motivos para la esperanza.

Más también sabemos, por nuestra experiencia cotidiana, que los problemas no suelen arreglarse solos. Sólo se alcanzarán soluciones si actuamos sobre ellos, y si lo hacemos de forma individual y colectiva. Solemos decir en educación ambiental que el futuro está abierto y que, en todo caso, será el resultado de nuestras acciones y opciones, y si bien es cierto que individualmente podemos llevar adelante muchas iniciativas creando con ellas conciencia y cultura ambiental en nuestro alrededor, no deben olvidarse bajo ningún concepto las propuestas sociales y políticas, especialmente en los problemas de carácter global, que, como éste, de una forma u otra afectan a todo el planeta” (pp. 195-196).

Disponibilidad: Centro de Documentación del CENEAM. Préstamo domiciliario y consulta en sala