Pardela cenicienta (Calonectris diomedea)

Pardela cenicienta (Calonectris diomedea) [Foto: J.L. Perea]

* Sonidos en la balsa al oeste de la Isla del Congreso donde reposan y duermen entre junio y octubre algunos miles de ejemplares de Pardela cenicienta (Calonectris diomedea). Al atardecer se concentran más de 1.300 individuos emitiendo característicos sonidos entre el chapoteo del agua del mar. Toma de sonido y edición a cargo de Francisco López (franciscolopez.net)

Nombre científico: Calonectris diomedea

Nombre común: Pardela cenicienta

Características: Es una especie pelágica (alta mar) y migradora, de buen tamaño (50 cm). Las partes superiores de su plumaje son pardas, las inferiores blancas, el pico grande y amarillo. Cría, generalmente en islas, formando colonias e instalando sus nidos en cavidades y salientes. Se alimenta de peces, cefalópodos y crustáceos.

En tierra es bastante vulnerable, generalmente se concentra en grupos numerosos a escasos kilómetros de costa, dirigiéndose a los lugares de cría tan pronto como cae la noche.

Hábitat: Cría en los océanos Pacífico y Atlántico, y también en el Mediterráneo. En la Europa comunitaria sólo existen colonias en Grecia, España, Francia, Italia, Portugal, también en Marruecos, Malta y Túnez.

Tamaño de la población: La población total mediterránea se estima en 50.000-63.000 parejas distribuidas en algo más de 100 colonias

En España, además de en las islas Canarias, cría en:

  • Islas Chafarinas: Difícil de valorar el tamaño de la población por lo abrupto del relieve donde se asienta la población: alrededor de 1.000 parejas
  • Almería: mínimo. 1pp (85-86)
  • Murcia: 50 parejas
  • Islas Columbretes (Comunidad Valenciana): entre 150 y 200 parejas
  • Islas Baleares: más de 10.000 parejas

Amenazas: La población, salvo en España, muestra un claro declive. La introducción de especie foraneas (gatos, perros, ratas) en las áreas donde cría es la causa de la baja tasa reproductora. En algunos puntos huevos, pollos y adultos son capturados para consumo humano. Por último, el desarrollo turístico de la costa está suponiendo la pérdida de hábitats y molestias en las colonias de cría.

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