El Parque Nacional de los Picos de Europa, entre Asturias, Cantabria y Castilla y León, acoge ecosistemas ligados al bosque atlántico entre los 59 m y los 2.646 m, en la cumbre más alta de la Cordillera Cantábrica.
En este parque nacional podrían visualizarse las franjas bioclimáticas a través de su vegetación, incluso de su fauna. En cada banda o pisos podemos encontrar características similares en cuanto a determinados parámetros como temperatura media anual, temperatura media de las mínimas en el mes más frío y temperatura media de las máximas del mes más frío.
El piso bioclimático inferior o colino, hasta los 800 m, el montano, de 800 a 1.800 m, el subalpino, de 1.800 a 2.400 m y el superior o alpino, entre los 2.400 m a los 2.646 m.
El piso colino tiene una temperatura media anual superior a los 12ºC, mientras que el alpino es inferior a los 3ºC, la temperatura media de las mínimas del mes más frío suele ser superior a 2ºC en el colino y menor de -7ºC en el alpino y la temperatura máxima media en el mes más frío en el colino suele ser superior a los 10ºC y en el alpino ser inferior a 0ºC. Entre estos valores se encuentran por debajo el piso montano y por encima el piso subalpino.
La alta montaña, en el corazón del parque nacional, la forman las masas calizas de los tres macizos; modelada por el agua y el hielo, se manifiesta en sus impresionantes cumbres y profundos barrancos y simas. Pese a las duras condiciones ambientales, un buen número de especies de flora y fauna se han adaptado a vivir en estas alturas. Entre ellas, el rebeco cantábrico símbolo de Los Picos de Europa.
Pero la mayor parte del parque nacional tiene un clima atlántico, de temperaturas suaves y elevada humedad y precipitaciones que favorece el desarrollo de una vegetación exuberante en la media montaña con frondosos bosques mixtos, robledales y hayedos. En la vertiente lebaniega de Cantabria y otras laderas, con sequías en verano, aparecen formaciones de bosque mediterráneo con encinares y rebollares; en la media montaña el uso ganadero ha favorecido el desarrollo de pastizales y el matorral, como formación vegetal entre el pastizal y el bosque, da protección a aves y pequeños mamíferos.
En el Parque Nacional de los Picos de Europa se han catalogado 212 especies de vertebrados, un tercio de las contabilizadas en España, de ellas 65 son mamíferos (el 55% de las presentes en España) y 117 son aves (32% de las de nuestro país). Relevante la presencia de anfibios, con 9 de las 25 especies presentes en España. De los invertebrados, destacan las mariposas, con 137 especies, suponen más del 60 % del ámbito ibérico-balear. En cuanto a la flora, se han inventariado unos 1.750 taxones de flora (22% de la flora vascular española). Entre ellos, encontramos 157 taxones endémicos, lo que supone un 10% del total de los endemismos ibero-baleares. El Atlas de Flora Vascular Amenazada de España considera este espacio como “Área muy Importante para la Flora”.