II Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental

II Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental

Guadalajara (México), Junio de 1997

EDUCACIÓN AMBIENTAL COMUNITARIA

Francisco Gutiérrez (Coord.)

De acuerdo con la pedagogía que exige la educación ambiental en el sentido de la participación activa de los sujetos en los procesos de aprendizaje y el de aprender de la práctica, las conclusiones de esta mesa de trabajo se elaboraron utilizando una metodología participativa que permitió rescatar elementos que son indicadores de que la comunidad ha participado activamente en el proceso educativo y que podría continuar por sí sola con el proyecto adoptándolo como suyo. Para ello, se sistematizó las diversas experiencias en la definición de fortalezas, debilidades y metodologías.

Fortalezas:

Algunas fortalezas identificadas en los proyectos de educación ambiental comunitaria son las siguientes:

  • Existen algunos grupos organizados trabajando para atender la problemática ambiental par avanzar hacia la sustentabilidad, incrementando la capacidad autogestiva de la comunidad.
  • Hay actualmente propuestas de proyectos que desde su gestión se plantearon como proyectos participativos, es decir, en los cuales su formulación, planeación, ejecución, evaluación y sistematización se lleva con los principios de una educación ambiental participativa.
  • Hay una importante presencia de las ONG’s en áreas naturales protegidas en programas de educación no formal.
  • Existen en la región, redes de iniciativas ambientales comunales.
  • Hay proyectos que se realizan bajo esquemas de trabajo interdisciplinario e interinstitucional.

Debilidades:

Las debilidades más comunes que muestran los proyectos de educación ambiental comunitaria, son:

  • Identificación inadecuada de líderes comunales.
  • No se cuentan con recursos financieros suficientes además de que no se da una potencialización de los recursos internos y externos para dar continuidad a los proyectos.
  • En ocasiones los programas ambientales de las comunidades se han utilizado con fines electorales y con intereses de los grupos de poder, teniendo como consecuencia más un activismo pasajero que la promoción de procesos participativos gestores y transformadores del desarrollo de la comunidad.
  • Hay una falta de coordinación y concertación entre las instituciones y organizaciones que laboran en una misma comunidad o región.
  • Aún es poca la divulgación de las experiencias exitosas.
  • Es frecuente encontrar metodologías y actitudes inadecuadas utilizadas para enfrentar el trabajo en la comunidad, así como la ausencia de evaluación sistemática de los proyectos.
  • Frecuentemente no se realiza un análisis y evaluación de los materiales y proyectos, antes y después de llevarlo a las comunidades.
  • La mayoría de los promotores y educadores ambientales tienen dificultades para insertarse en la comunidad.
  • Existe poca información sobre las comunidades y sus sistemas culturales ; inventarios de recursos naturales de las regiones en las cuales las comunidades se encuentran insertas ; manejo productivo alternativo y legislación clara de tenencia de la tierra.
  • Se cuenta con escasa formación para el manejo de conflictos comunitarios.
  • Los grupos de trabajo involucrados en las proyectos comunitarios frecuentemente no están capacitados para generar un trabajo interdisciplinario. La mayoría de los proyectos trabajan por lo tanto, con una visión poco integral de la problemática ambiental de la comunidad.
  • Con frecuencia las comunidades y los gobiernos locales no se involucran en todas las etapas del proyecto.
  • Presencia de corrupción en los diferentes sectores que interactúan con las comunidades y de las cuales muchas veces depende el éxito del trabajo de educación ambiental.

Metodología:

Algunos apuntes de las estrategias metodológicas que se han aplicado en los proyectos de educación ambiental comunitaria son:

  • Partir de un análisis integral del ambiente y de la comunidad.
  • Los esfuerzos realizados en los proyectos de educación ambiental deben concretarse en el nivel local, así como también deben generarse amplios procesos participativos en ellos.
  • Desarrollar a nivel municipal, Agendas 21 locales acordes a su situación particular.
  • Apoyar a las comunidades en la gestión de sus propios problemas.
  • Formación de promotores de la propia comunidad para sustentar procesos, así como la capacitación permanente a los sectores que participen y la incorporación del grupo o sujeto meta en la formulación, planificación y ejecución del proyecto.
  • Debe contemplarse la divulgación y comunicación del proyecto a los diferentes sectores de la comunidad desde el inicio del proyecto.
  • Se requiere del fortalecimiento de las capacidades para obtener, manejar y sistematizar la información para la toma de decisiones y del poder.
  • Es necesario que el proyecto sea un eje para la vinculación de todos los sectores en el proceso.
  • Se necesita la adecuación de las metodologías considerando y respetando la cultura de la comunidad con la que se va a trabajar.

Algunos ejes de análisis propuestos par la evaluación de los proyectos de educación ambiental comunitaria fueron las siguientes:

  • Los beneficios a corto, mediano y largo plazo, para la comunidad involucrada en los proyectos.
  • El fortalecimiento de la relación afectiva, cognoscitiva y pragmática de la comunidad con el proyecto.
  • El nivel de convencimiento con el ejemplo.
  • La reflexión de la comunidad sobre valores y creencias para el cambio de actitudes.
  • El fomento de la autoestima
  • La participación comunitaria en la génesis, formulación, planificación, ejecución, evaluación y seguimiento del proyecto.
  • Los talleres de planificación participativa que versen sobre el desarrollo sustentable de la comunidad.
  • La capacidad de análisis de los proyectos que se ejecutan en la comunidad.
  • La capacitación para la gerencia de proyectos.

Algunas estrategias identificadas par enfrentar las amenazas a los proyectos de educación ambiental, fueron las siguientes:

  • Mediante el fortalecimiento afectivo, cognoscitivo y pragmático de la comunidad y el proyecto.
  • A través del intercambio de experiencias de trabajo entre los diferentes sectores involucrados en la gestión de los recursos naturales de la comunidad, así como de otros organismos dedicados a el trabajo comunitario, principalmente de América Latina.
  • Con la independencia económica e ideológica del proyecto, cuyo papel será de servir de puente o herramienta para la gestión y manejo de los recursos naturales de la comunidad misma, haciendo alianzas estratégicas de los diferentes sectores involucrados propiciando la consertación.

En relación a qué productos podrían indicarnos que la comunidad ha asumido el proceso y puede continuar sola con el proyecto, se plantea lo siguiente:

  • Cuando la comunidad genera y/o ejecuta proyectos, dándole seguimiento.
  • Cuando muestra capacidad y autonomía para tomar decisiones.
  • Cuando integra otras instituciones por iniciativa propia.
  • Cuando traslada su experiencia a otras comunidades.
  • Cuando hay un impacto positivo en la calidad de vida de la comunidad.
  • Cuando la comunidad tiene iniciativa para generar sus propios procesos.

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