Mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos de la Unión Europea es hoy más importante que nunca, cuando la atención está actualmente enfocada en afrontar la pandemia de COVID-19. La pandemia constituye un patente ejemplo de los complejos vínculos existentes entre el medio ambiente, nuestros sistemas sociales y nuestra salud.
Una proporción significativa de la carga de morbilidad en Europa sigue siendo atribuida a la contaminación ambiental derivada de la actividad humana, según el informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) Healthy environment, healthy lives: how the environment influences health and well-being in Europe [Medio ambiente saludable, vidas saludables: la influencia del medio ambiente en la salud y el bienestar en Europa]. El informe, que se basa en gran medida en datos de la Organización Mundial de la Salud sobre las causas de muerte y enfermedad, subraya hasta qué punto la calidad del medio ambiente en Europa juega un papel decisivo a la hora de determinar nuestra salud y nuestro bienestar. Pone de relieve cómo las carencias sociales, los hábitos poco saludables y los cambios demográficos en Europa influyen en la salud ambiental, afectando con especial virulencia a los más vulnerables.
Destaca que la contaminación atmosférica y acústica, los efectos del cambio climático, como las olas de calor, y la exposición a productos químicos peligrosos deterioran la salud en Europa y que estas deficiencias medioambientales del entorno contribuyen al 13 % de las muertes registradas.
Consultado en Septiembre de 2020